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    El Simbolismo Hermético del Pentagrama y el Pentagramaton.

      El Pentagrama, es una figura geométrica en forma de  estrella pentagonal, también conocida como, pentáculo, pentalfa, pentángulo y también como «estrella pitagórica».

    Este icono distintivo de la escuela pitagórica, contiene un conjunto de relaciones geométricas, que descubiertas por los integrantes de esta escuela-fraternidad iniciática, concluyeron en el hallazgo de una proporción muy especial,  allá por el año 500 A. C.   

     La palabra pentagrama proviene del griego clásico: penta=»cinco y gramma=»lo que está escrito. »  En total, son cinco líneas muy particulares, entre otras razones, por tener un trazado unicursal, ya que dicha figura pentagonal se puede trazar por el movimiento de un punto sin pasar dos veces por el mismo lado.   

    Al mismo tiempo, es capaz de esconder entre sus líneas el número de la «proporción áurea» phi 1,618 (Luca Pecioli).   Éste número, que algunos hermetistas lo consideran como «sagrado», siempre se encuentra presente en los objetos geométricos en los que exista una simetría pentagonal, bien sea porque sean pentágonos, o bien sea  porque aparezca la raíz cuadrada de cinco. Además y como detalle de su infinitud,  es posible dibujar una nueva estrella en su interior, manteniendo las proporciones, con una repetición hasta el infinito.    También contiene intrinsecamente elementos matemáticos como la sucesión de Fibonacci, la espiral logarítmica, fractales y logaritmos, entre muchos otros, y por ello tiene relación con la naturaleza misma, en su génesis y evolucióm

    Desde aquella epoca, se le ha venido dando un uso al mismo tiempo místico-mágico y por otro lado científico. En la «magia blanca» el pentalfa o pentáculo con su punta hacia arriba suele significar al ser humano y los aspectos mágicos «constructivos» que el mismo contiene en su  cuerpo y en su espíritu. Se asocian Planetas, signos zodiacales, letras del alefato hebreo, etc.

     

     

    También simboliza  los cinco elementos del Universo (fuego, tierra, aire, agua, eter) y muchas otras connotaciones inherentes a la qabalah, que serían objeto de un extenso tratado específico. 

    Según los conocimientos heredados de la tradición recibida, este símbolo geométrico representa  la unión sagrada de la materia y el espíritu, recorriendo  todos los mundos del Árbol de la Vida qabalistico.  Para ello, en cada uno de sus ángulos estarían representados los cinco elementos: tierra, agua, fuego, aire y eter.  El filósofo y pensador Tales de Mileto defendió como Principio a el agua. Posteriormente, Anaxímenes consideró el elemento aire.   Heráclito: el fuego, y posteriormente Jenófanes: la tierra. Los pitagóricos, sabios a fin de cuentas, añadieron el concepto del «quinto elemento», que Aristóteles acabó denominando la «quinta esencia» o Éter, la cual es la substancia más sutil de todos lo elementos y solo entendible en los mundos más elevados tanto material como espiritualmente.

    En Egipto, la estrella de cinco puntas encerrada en un círculo representaba, dentro de su mitología, la Senda del Duat o Mundo de los Muertos, siendo en realidad la estrella Sirio-Sothis.  La ilustración de la izquierda , se encuetra en la tumba del rey Seti I.  En la misma, aparece la diosa Sopdet con la estrella que la caracterizaba, denominada Sothis «Brillante del año nuevo” antes mencionada. Hace alusión a una de las fases de la existencia, como lo es  la muerte, considerada como una etapa de transición dentro de la existencia, en la que nos adentramos  en otro mundo o dimensión  antes de vislumbrar la luz de una nueva vida.

    En la tradición hebrea, se asociaba con los cinco libros del Pentateuco; los primeros cinco libros del Antiguo Testamento. 

    Durante la Edad Media se dibujaron elaborados pentalfas,  para luego sobre ellos, dibujar las figuras humanas. Esto puede corroborarse en el célebre grabado de Leonardo Da Vinci, «El Hombre del Vitrubio». 

    En la denominada «magia inversa» (para no pronunciar el nombre del color que la representa, ya que el verbo opera peligrosamente), este mismo pentagrama con la punta hacia abajo,  invoca energías de la «oscuridad», que no son objeto de tratar aquí.  El mismo adopta también la forma de un polígono “estrellado” de cinco vértices.  Sin embargo, algunas grupos  «satánicos» adoptan esta variante del pentagrama con connotaciones innecesariamente denominadas como «negativas», al estar asociadas sus tendencias predominantemente materialistas, egoístas e individualistas de las que se alimenta el símbolo en cuestión.

    No obstante y dentro de este breve artículo, podemos resumir mencionando que el pentáculo se  convirtió en un símbolo de conocimiento, unión y síntesis y sobre todo de caracter mágico. Es muy importamte mencionar que esta imagen simbólica,  no requiere  de ningún  proceso intelectual o regido por la estricta razón para su comprensión. El mismo se enfoca directamente a los rincones más inaccesibles de la psique humana siendo asimilada, inconscientemente y solo por medio de la inteligencia del corazón (intuición), de una forma integral, evocando internamente vivencias ancestrales que, como diría C. Jung, están depositadas en el Inconsciente Colectivo de toda la Humanidad.

    El Pentagramaton.

    Por correspondencia hermética (eminentemente de caracter qabalístico) y como derivación del Pentagrama en su elevacion mas sublime, fue creado el Pentagramaton (en griego: πενταγράμματον) o Yahshuah (hebreo: יהשןה) el cual incluye en sus vértices esta palabra en un orden pre establecido y de compleja explicación.  

    Es comúnmente conocido como otra forma para nombrar a Jesús de Nazaret, originalmente conocido como Yeshua del hebreo: ישןע, el cual a su vez es una forma bíblica hebrea de Josué, siendo común entre los judíos del segundo templo, mencionándose inclusive en los recientemente encontrados manuscritos del mar muerto. La inclusión de esta palabra en el pentagrama, confiere al mismo una connotación mucho más poderosa y especial.  

    Pentagramaton hermético de      Stanisla de Guaita (La Cief de la  Magie Noire de 1897).

    El nombre Yahsuah, lo podemos encontrar originalmente en las obras de Henry Cornelius Agrippa (1531), Athanasius Kircher, Johann Baptist Grossschedel (1619), también en otras fuentes eminentemente esotéricas del Renacimiento tardío. 

     Los primeros en utilizar con más frecuencia el nombre de Jesús como «Yahshuah» fueron qabalistas y ocultistas del Renacimiento en la segunda mitad del siglo XVI, cuando el conocimiento del hebreo bíblico comenzó a difundirse entre un número significativo de cristianos, a ciertos círculos esotéricos u ocultistas. 

    Por intuición mística, se les ocurrió  derivar el nombre hebreo de Jesús añadiendo la letra hebrea shin ש, la cual es una letra  Madre y simboliza (en este caso de connotación qabalística) al elemento fuego , el cual es el impulsor de la Creación, en medio del nombre divino del Tetragramaton (יהןה),  para producir la forma יהשןה (Yahshuah).   Al incluir esta letra madre en medio del nombre simbolizando el elemento fuego, Yeshua (Jesús) pasa a convertirse en Yahshuah que es “el Espíritu de Dios”. 

    Esta afirmación tiene una base qabalística cierta, si aplicamos gematria.  El Tetragramaton (יהןה) está compuesto por los siguientes valores:  י = 10, ה=5, ן=6, ה=5  lo que nos da como resultado 26.   Según el Sefer Sefirot (libro de los números), este valor adquiere varios significados como lo son: “Jehovah”, el “Nombre Inalterable” e inclusive la “Palabra Perdida”, esta última de evidente connotación masónica.   

    Si a esta Palabra le insertamos en medio de ella (entre la letra He ה y la letra Vav ן), la letra madre Shin ש, al tener la misma un valor gemátrico de 300, nos da sumado al anterior un valor de 326, que según el mismo Sefer Sefirot nos significa el mismo nombre de Jesús, pero ahora revestido o convertido al significado del “Espíritu de Dios”.   

    El incluir esta letra shin ש  en medio de la He ה  y de la Vav ן, no es producto del capricho o del azar. 

    La letra He ה en el tarot, está simbolizada por el arcano mayor el “Emperador” el cual representa el poder temporal o material (el elemento tierra ) , mientras que la letra Vav esta simbolizada por el arcano mayor    “sumo sacerdote” el cual es el “poder espiritual” o sacerdotal en la tierra (elemento aire ).  En medio de ellas el elemento fuego   impulsador y rector de los dos anteriores.

     

     

     

     

     

    Más tarde, a esta palabra se le dio una transliteración latina básica JHSVH o IHSVH o IHSUH (ya que no había ninguna letra «W-V» o sh / [š] en latín, y «I» y «J» aún no se distinguían claramente como letras del alfabeto , ni tampoco «U» y «V»).  No por coincidencia, las tres primeras letras de esta transcripción consonántica IHSVH, etc. eran idénticas al antiguo monograma IHS/JHS del nombre de Jesús (del griego iota-eta-sigma).

    En las obras ocultistas del Renacimiento, este Pentagramaton (o Nombre Divino de cinco letras), frecuentemente y como mencionamos, estaba dispuesto alrededor de un pentagrama místico, donde cada una de las cinco letras hebreas  estaba colocada en uno de los puntos (la letra shin ש siempre estaba colocada en el vértice del pentagrama que apunta hacia arriba al significar el elemento rector fuego y en algunos casos el elemento eter).

    Uno de los primeros ejemplos atestiguados de este diagrama se encuentra en el Calendarium Naturale Magicum Perpetuum o «Calendario Mágico» (publicado en 1620 pero fechado en 1582) de Theodor de Bry (alemán nacido en flamenco, 1528-1598) o Matthäus Merian el Anciano (1593–1650).  La idea del pentagramaton fue especialmente ensalzada hacia el ocultismo moderno por el escritor y qabalista-ocultista francés del siglo XIX Eliphas Levi y la influyente Orden Hermética de la Aurora Dorada de finales del siglo XIX. La Aurora Dorada favoreció la transcripción consonántica IHShVH o YHShVH, y la pronunciación Yeheshuah.

    Jakob Bohme fue el creador de este símbolo místico con los nombres de Jesús. En el mismo se puede observar una derivación desde em símbolo primordial de la Yod י en la cúspide, en su desarrollo hasta llegar, pasando por el Tetragramatón, hasta el Pentagramatón.

     

     

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    El final de nuestro actual Ciclo Cósmico y el inicio de la Nueva Era de Acuario.

    Todo fluye, fuera y dentro; todo tiene sus marcas; todas las cosas suben y bajan; la oscilación del péndulo se manifiesta en todo; la medida de la oscilación hacia la derecha es la medida de la oscilación hacia la izquierda; el ritmo compensa.  El Principio del Ritmo – 5ta. Ley Hermética. El Kybalion.

    Los Ciclos Cósmicos, grabado antiguo.

    En esta nueva entrega, tengo el gusto de presentar a mis lectores y amigos, un breve trabajo de investigación acerca del significado de nuestro actual Ciclo Cósmico (el cual está llegando a su fin), y las importantes consecuencias que esto ocasiona tanto a nuestra individualidad en particular como a la humanidad en general.    No es una ninguna casualidad que estén sucediendo desde hace décadas, pero con más intensidad en nuestros actuales días, una serie de acontecimientos religiosos, socio- politicos, culturales, morales, sanitarios, que no tienen parangón en la historia moderna de la humanidad y que a todas luces, indican un cambio radical de paradigmas, forma de pensar e incluso fenómenos naturales.  Es sin lugar a dudas el ingreso a un nuevo Ciclo Cósmico y a una nueva Era, la de ACUARIO.

     La presente investigación, es una breve introducción al entendimiento de lo que  son los Ciclos Cósmicos y nuestro actual Manvantara (el séptimo), que nos servirá para una mejor comprensión de lo que significa el ingreso a la Nueva Era (la de Acuario) y las consecuencias que este acontecer ya está y estará reportando a la humanidad. 

    A tal efecto y para una comprensión más global y detallada del tema, sugiero que el amable lector consulte algunos artículos precedentes que nos hemos publicado en este mismo medio  y que se titulan: 

    «El final de nuestro Ciclo Cósmico y el inicio de una Nueva Era. (II parte: El punto de inflexión y los acontecimientos por venir desde una visión astrológica)». 8 noviembre, 2020  y «La venida del próximo Avatar y el inicio de una Nueva Era. (III parte)». 28 noviembre, 2020

    Según la Doctrina Tradicional, podemos definir al Ciclo Cósmico como el conjunto de una serie de «fenómenos» y acontecimientos que se desarrollan en una relación tiempo-espacio determinada, entendiendo que este concepto de tiempo no es el exclusivamente convencional, sino el tiempo cosmológico o cualitativo, es decir, no se desarrollaría en una forma rectilínea o uniforme, sino en una forma cíclica.    Esto significaría, que la manifestación Universal y con ella la de la misma Humanidad, se cumplió en el pasado y se cumplirá en el futuro en una forma siempre cíclica, constante y no rectilínea, pero volviendo siempre este ciclo al mismo punto de partida,  tal y como así lo  expresan la mayoría de las Tradiciones.

     No obstante, existe una constante en cada uno de estos Ciclos y es que en la medida que el mismo avanza, se va produciendo una decadencia espiritual cada vez más pronunciada, hasta llegar a la materialización más absoluta, que culmina en una disolución en forma de una verdadera atomización del Mundo o como lo llamaría R. Guenon, el «mundo de la multiplicidad«.  De igual manera, dicha degeneración va acompañada de un decrecimiento de la duración en el tiempo de cada unos de estos ciclos parciales o Yugas, que por otra arte, se considera que influyen en la duración promedio de la vida humana.

    Este Efecto tiene su Causa en que en cada Edad o Era  del ciclo, se va produciendo un alejamiento gradual del «Estado Primordial» o esencial que poseía el «Hombre Primordial«, el cual estaba unido íntimamente a un Principio de carácter Espiritual.  Este Principio, ya en la actualidad se ha casi perdido, salvo en contadas excepciones, gracias a una élite de iniciados todavía existente,  los cuales serán los promotores del cambio hacia la Nueva Era que se nos avecina y en la cual ya estamos en sus primeros inicios.

    Otras tradiciones Occidentales, incluyendo tanto a la Qabalah Hebrea como a los pocos rescoldos del esoterismo Cristiano que han sobrevivido a nuestros días, mantienen una concepción cíclica del devenir de los tiempos.  Inclusive, ya en la parte exotérica, los mismos textos canónicos como el Apocalipsis y la epístolas de San Pablo, mencionan los «tiempos finales» y «el cielo nuevo y la tierra nueva».

    Según la Tradición Indo Oriental, el actual Ciclo Cósmico o Manvantara o Manuantara (Vaivasvata) en el cual nos encontramos, sería el séptimo (ya habrían pasado seis), por lo cual faltarían siete (7) más para un total de 14, que conformarían un Kalpa, que viene siendo un solo dia en la Vida de Brahma o del Creador.

    Nuestro actual Ciclo Cósmico o Manvantara (y cualquier otro anterior o posterior), está dividido en períodos de treinta (30) Eras, teniendo cada Era (o lo que en su equivalente astrológico se denominaría «Casa» astrológica ),  una duración aproximada de entre 2.000 a 2.160 años. Estó es así por que al menos en nuestro Sistema Solar, en la bóveda Celeste se mantienen en forma inalterable las mismas Constelaciones que son las mismas Casas-Signos astrológicos, en un número de 12  (12 casas x 30 eras= 360 grados), que serían todos los grados de una circunferencia perfecta o el tiempo que la tierra emplea en su devenir o eclíptica por el Sistema Solar.

    De esta manera, podemos determinar que un Ciclo Cósmico o Manvantara estaría compuesto por 64.800 años (2.160 años x 30 Eras).  Los Manvantaras que conforman un Kalpa son catorce (14) y forman dos series septenarias de las que seis (6) ya han transcurrido (nos encontramos en el séptimo), faltando siete (7) más por venir.

    1 Era (casa-signo astrológico): 2.160 años.

    1 Ciclo Cósmico: 64.800 años (30 eras)=1 Manvantara.

    Kalpa: 14 Manvantaras (1 día de Brahma) que equivale a 907.800 años terrestres aproximadamente, en el cual la Divinidad está «dormida» y todo lo que tiene que suceder, sucederá.

    Pralaya (Vida de Brahma): Un número aun indeterminado de Kalpas (los expertos en la Tradición Indo Oriental afirman que son 36.000 Kalpas), que son unos 504.000 Manvantaras.   Es una «manifestación» o «vida» de Brahma. A su finalización es cuando Brahma «despierta». 

    Este Pralaya representa la medianoche cósmica, es el  momento del «final» de los tiempos en el que el Cosmos se repliega sobre sí mismo, diluyendo de nuevo  lo creado en un vacío que lo contiene todo.   Hay una ley en el Universo que hace que los periodos de actividad o manifestación (Manvantaras) se alternen con periodos de inactividad o sustracción (Pralayas) en un infinito devenir de Creación o de Manifestación de Mundos y Universos, concepto de difícil entendimiento al ser humano.   Esta alternancia se aplica en los diferentes grados del Universo, tanto en el macrocosmos, como en el microcosmos, ya que «como es arriba es abajo y como es abajo es arriba».

    Pero comencemos desde la «segmentación» espacio-temporal más elemental de la que acabamos de hablar o la Era (casa astrológica), para un mejor entendimiento.

    La Era astrológica se origina del movimiento de precesión de los equinoccios (que es la escuela de la astrología Sideral).  Este movimiento de precesión es otro diferente pero adicional,  al de translación, rotación o nutación de la tierra, en su recorrido a través de la eclíptica.   

     Para entenderlo mejor, imaginemos que la tierra es como un gran trompo inclinado, que gira en un circulo el cual tiene una duración de aproximadamente 25.920 años, que es la duración del período de precesión.   Este circulo fue dividido por los antiguos Caldeos (inventores de la astrología), en 12 partes representadas por los 12 signos del zodiaco (Eras).    Si como vimos anteriormente, cada casa-signo dura aproximadamente 2.160 años y lo multiplicamos por las 12 casas-signos del zodiaco,  nos arroja esta duracion del horoscopo sideral de 25.794 a 25.920 años terrestres o «Gran Año».  

    En el transcurso de ese ciclo, el punto vernal (o punto de Aries), recorre en movimiento retrógrado (sentido de las agujas del reloj), los doce signos zodiacales dando lugar a esos determinados periodos o eras de 2.160 años que acabamos de ver (25.920/2.160=12 eras o zodíacos), por lo que cada doces eras o casas astrológicas se nos repite una nueva era de acuario.  En estos período es que se modelan ciertos y determinados valores socio-culturales (dados por los planetas personales y sociales allí existentes) y algunas tendencias psicológicas colectivas únicas (dados por los planetas trans personales o generacionales), que estarían simbolizados por el signo zodiacal sideral de cada periodo en cuestión.

    Visto el concepto de Era, pasamos ahora a disgregar el Ciclo Cósmico o Manvantara.  

    Nuestro actual Ciclo Cósmico comenzó en el año 62.800 A.C. y finalizó en el año 2.020 D.C.  motivo por el cual, ya estaríamos, aproximadamente en un punto de inflexión y en la entrada de un nuevo Ciclo que coincide con una nueva Era de Acuario. 

    Pero volviendo a la duración del Ciclo, y si dijimos que el mismo tiene una permanencia de 64.800 años y que el nuestro comenzó  aproximadamente 62.780 años A.C., implica que la diferencia es de 2.020 años, periodo de tiempo transcurrido desde el nacimiento del  mayor Avatar de nuestra era, Jesús de Nazaret.     Este punto fue tratado en mi publicación en este mismo medio, titulada: «La venida del próximo Avatar y el inicio de una Nueva Era. (III parte)». 28 noviembre, 2020   cuya lectura os recomiendo ampliamente. https://mundoholistico-consultores.com/la-venida-del-proximo-avatar-y-el-inicio-de-una-nueva-era-iii-parte

    Estas Eras y períodos internos de nuestro actual Manvantara, se articulan en 4 diferentes Yugas  (en el marco del hinduismo un Yuga o iuga – ‘Era’ en sánscrito – es cada una de las cuatro Eras en la que está dividido un Maja-Luga o ‘gran Era’).     A su vez, cada uno de esos Yugas está compuesto por un numero determinado de Eras o casas/signos astrológicos que en la medida en que avanza el tiempo, se va estrechando cada vez más la duración de cada Yuga,  indicando con ese devenir, su inminente final y la progresiva degeneración de la humanidad.   

    Esto significa en la práctica, que en la medida en que se acerca el final de cada Ciclo, los Yugas se presentan con una MENOR duración temporal pero con una MAYOR  intensidad en la magnitud de sus eventos, sean estos de caracter natural, social o sanitario.

    1er. Yuga (Krita o edad de oro) = 12 Eras o casas astrológicas.

    2do. Yuga (Trita o edad de plata) = 9 Eras o casas astrológicas. 

    3er. Yuga (Dwapara o edad de bronce) = 6 Eras o casas astrológicas.

    4to. Yuga (Kali o edad de hierro) = 3 Eras o casas astrológicas.

    Es muy importante destacar, que cada una de esas «capas»  o Eras   están claramente identificadas con su respectivo signo astrológico y descienden en la proporción del número Sagrado 3.  

    También el lector observará que se encuentran clasificadas en grupos de tres (ver gráficos de más abajo), lo cual no podría ser de otra manera,  toda vez que la cuadruplicidad astrológica (signos Cardinales (C), Fijos (F) y Mutables (M) así lo establecen) en cada una de sus agrupaciones.   

    También es importante apreciar que cada uno de esos Yugas estaría marcado por una Modalidad de Signo; siempre comienzan (cada Yuga) con un signo Fijo (F) lo cual indica un período de estabilidad en cada uno de sus inicios y terminan en uno Mutable (M), que indica un periodo de cambio y adaptabilidad.

    De igual manera, cada una de las Eras incluidas en cada uno de los Yugas, estaría también identificada por un signo zodiacal, un Planeta o Luminaria, un elemento de la naturaleza y un Principio energético que definirá la naturaleza específica y tendencia/comportamiento de cada Era.

    Para que podamos tener una idea de temporalidad en la ubicación de nuestro actual Manvantara (estamos en el 7mo. como indicamos al principio), el «Homo Sapiens» ya vivía en este Planeta hace 195.000 años ( hace 3 Manvantaras aproximadamente). 

    Pasemos ahora a desmenuzar la cronología y los características que revisten y revestirán a cada una de las Eras y Edades;

     

    CRONOLOGÍA DEL SEPTIMO MANVANTARA (ACTUAL) – 64.800 años.

    Krita-Yuga – (Edad de Oro)   25.920 años (12 eras) – 62.800 A.C. al 36.880 A.C.

    También llamado Yatya-Yuga, es el Período de Oro de la humanidad y el principio de este ciclo cósmico, también fue el de más larga duración.  El método de liberación espiritual en esta primera,  era la dhiana ‘meditación’.   En este Yuga más elevado, todas las personas podían experimentar la espiritualidad por intuición directa.  El velo entre los reinos de lo material y lo transcendental era casi transparente, porque era un período libre de cualquier tipo de infelicidad o miseria.  Todos eran Santos y las ceremonias «religiosas» estaban dirigidas a un mismo fin.  A este período deberá arribar la humanidad en el principio de un nuevo Ciclo Cósmico por venir.

    Como se puede apreciar en cada una de las Eras (tomemos como ejemplo la Era 1 del Yuga visto arriba), la misma esta marcada por signo zodiacal de Leo, el Sol como Planeta, el Elemento Fuego, el principio Yan o masculino y la modalidad Fija.   Probablemente haya sido una Era de alta actividad geológica o volcánica, y de muy intensa actividad humana en sus origenes.

    A continuación la siguiente Era;

    Tretâ-Yuga – (Edad de Plata) 19.440 años (9 eras) –  36.880/17.440 a.C.

    En este edad de plata, comienza el ritmo cíclico de decadencia.  Es la edad en donde el acercamiento a la Divinidad se efectúa en base a ritos y ceremonias ya sean estos de caracter mágico o religioso.  El método de liberación espiritual es el iagñá ‘sacrificio de animales en un altar’. 

    mundoholistico-consultores.com/jesus-de-nazaret-y-las-condiciones-astrologicas-en-su-nacimiento.

    Dwâpara-Yuga – (Edad de Bronce) – 12.960 años (6 eras) – 17.440/  4.480 a.C.

    En este Yuga, el método de liberación espiritual es archana ‘adoración de ídolos’. La decadencia espiritual continua su caída, es la «edad de las dudas».

    Es en este Yuga es donde al parecer, nació y floreció la civilización ATLANTE, presumiblemente entre la mitad de la Era segunda (regida por LIBRA) para mantenerse en la de VIRGO y LEO. Sobre este particular el insigne esoterista occidental Rene Guenon, en su libro «Formas Tradicionales y Ciclos Cósmicos» nos menciona lo siguiente:

    «Pensamos que la duración de la civilización atlante debió de ser igual a un “gran año” , entendido como la mitad de un período de precesión de los equinoccios . En cuanto al cataclismo que puso fin a la misma, ciertos datos concordantes parecen indicar que ocurrió 7.200 años antes del año 720 del kaliyuga».

    Como sabemos la desaparición del continente Atlante se produjo por la influencia de grandes cataclismos geológicos (terremotos y erupciones volcánicas), que coinciden claramente y como podemos apreciar en el anterior gráfico, con la Era cuarta, la cual está influenciada por el elemento FUEGO (Leo y el SOL).

    Finalmente llegamos al Yuga, el cual en el presente momento de la humanidad ya se encuentra en sus postrimerías y dando sus últimos coletazos. Es el presente estado de la humanidad, en el cual nos encontramos y en proceso de transición hacia una nueva ERA (la de ACUARIO) y un Yuga de inicio que origina un nuevo Ciclo Cósmico (Manvantara) en el transcurrir de los KALPAS. 

    Kali-Yuga – (Edad de Hierro) –   6.480 años (3 eras) –  4.480 A.C. al  2.020 D.C.

    «En el kali-iuga, habrán numerosos gobernantes luchando por el poder. Ellos no tendrán carácter. La violencia, las mentiras y la inmoralidad estarán a la orden del día. La piedad y la naturaleza del bien se desvanecerán lentamente. La pasión y la lujuria serán la única atracción entre los sexos. Las mujeres serán objetos de placer sexual. La mentira será la línea límite de subsistencia. La gente culta será ridiculizada y puesta en vergüenza; en el mundo la ley del más rico será la única ley».
    El  Vishnú puraná.

    Con esta descripción que nos hace este texto Sagrado del Hinduismo, podemos hacernos una clara idea descriptiva de la época que estamos viviendo, y nada más cercano a la realidad.   No sólo estos textos nos describen de esta manera el Kali-Yuga, sino también lo hacen muy gráficamente otros textos Sagrados del Cristiniamo (Apocalipsis) y algunas Suras del Corán.  

    Estamos sumergidos en la Era del conflicto, de la confusión y de la multiplicidad. Una Era de guerras, odios, conflictos, caída de las instituciones obsoletas (ya sean éstas de carácter religioso o político) y de debilitamiento de los principios morales. Tiempos de pandemias que cada vez se hacen más virulentas y de mas difícil control (no perdamos de vista que la pandemia del cólera fue apenas hace 200 años y ahora recientemente se repitió en forma cíclica bajo el covid-19), arrojando en ambos casos,  una mortandad significativa a pesar de los avances científicos de cada época. Es muy interesante constatar que esta nueva Era de ACUARIO, esta regída por el el Elemento AIRE y es por éste medio que los virus más letales se propagan.

    No obstante, en algún momento cercano este Kali-Yuga llegará a su fin para dar paso a una nueva Era, en la cual se gestará el inicio de un nuevo Manvantara o Ciclo Cósmico.       Estos cambios no son repentinos (por eso tal vez no se notan de golpe), por el contrario se gestan muy lentamente en una sucesión de acontecimientos cada ve más lamentables y alejados del carácter Primordial que nos caracterizó en la Edad de Oro.

    Podemos aquí observar, que en la Era 1de este Kali-Yuga (rojo) marcada por Tauro o la Era del Toro «Apis» y signada por el elemento Tierra, es cuando la civilización Egipcia estuvo en su apogeo con todo el legado que nos ha aportado.  La siguió la segunda Era regida por ARIES o el Carnero (Moisés y el período post Abraham signado por este símbolo) y el elemento FUEGO, Era que en sus finales tuvo el privilegio de recibir la llegada del Avatar, Jesús de Nazaret. Nota: Ver a tal efecto el artículo publicado por el mismo autor el 24-5-2020, en esta página titulado:   «Jesús de Nazaret y las condiciones astrológicas en su nacimiento». https://mundoholistico-consultores.com/jesus-de-nazaret-y-las-condiciones-astrologicas-en-su-nacimiento.

    Posteriormente la tercera Era (PISCIS) el Pez, (elemento AGUA) que marca el inicio y crecimiento del Cristianismo.

    A continuación se producirá la transición o el cambio a la Era en la que estamos entrando (ACUARIO). La era de Acuario, no obstante, está muy lejos de ser un bello despertar colectivo lleno de luz y armonía,  «paz y amor” para el mundo.   Nuestra entrada en la Era de Acuario está en perfecta sincronía con la parte final del actual Kali Yuga que vivimos en la actualidad y que está en su máximo apogeo (algunos eruditos afirman que estamos en el «Kali-Yuga del Kali-Yuga«, o sea en la parte más oscrura de este Yuga.  Esto es así, porque a medida que nos alejamos del “Principio” y de la «Primordialidad» y el tiempo transcurre, la humanidad degenera en forma exponencial. A medida que nos acercamos al fin del actual ciclo, la percepción del tiempo se acelera, las costumbres se relajan y la cultura se degrada; la humanidad se hace totalmente inconsciente de las poderosas fuerzas astrales que la dirigen hacia el colapso de la civilización mundial y en especial la de occidente moderno.   Muchos afirman que esto nos llevará al «gobierno del anticristo».

    No obstante, no podemos ni debemos desesperarnos.  El cierre del círculo y el consiguiente retorno a la nueva Edad de Oro no están lejos de iniciar y la prueba está en el desordenado estado del mundo actual cada día más insostenible. Tras el “Kali Yuga” tendremos un largo y saludable “Krita-Yuga” o Edad de Oro, pero no es prudente hacer galas de celebración hasta que lleguen los protagonistas de este cambio, pero nadie sabe cuándo llegara este momento, ni los Ángeles o Arcángeles lo saben, solo El Gran Arquitecto lo sabe. Unos creen que será el tan esperado Mesías, otros que seré un nuevo Avatar.  Otros simplemente, son de la opinión que nadie vendrá a salvarnos, sino que será la propiedad humanidad que lo hará,   aprendiendo  las lecciones vividas y sobre todo por el aprendizaje a causa de los sufrimientos que faltan por venir. 

    Esta situación originará un cambio en los paradigmas, una elevación de la espiritualidad, pero sobre todo un hastío hacia las instituciones de cualquier orden ya sean estas religiosas, políticas os sociales y que no dan respuesta a los nuevos tiempos.

    Si nos remitimos nuevamente al último grafico de arriba (en azul), actualmente nos encontramos en plena transición de la Era de Piscis a la Era de Acuario, una transición que según todos los indicios, soy de la opinión que debió iniciarse a principios del siglo XX y que tuvo un importante punto de inflexión el año 2020 D.C. de nuestra Era, específicamente a finales de ese mismo año (Noviembre), dadas las muy especiales condiciones astrológicas que se presentaron y que recomiendo lean en mi publicación de esta misma web que titulé:

    «El punto de inflexión y los acontecimientos por venir desde una visión astrológica)». 8 noviembre, 2020. https://mundoholistico-consultores.com/el-final-de-nuestro-ciclo-cosmico-y-el-inicio-de-una-nueva-era-ii-parte-el-punto-de-inflexion-y-los-acontecimientos-por-venir-desde-una-vision-astrologica

    Nuevamente es necesario insistir, en que estos cambios no son súbitos sino sumamente graduales en el tiempo. Un acontecimiento se solapará a otro en un continua cadena de eventos, algunos más significativos que otros.

    Y hasta aquí hemos llegado con este artículo, el cual espero haya sido provechoso para todos, en el conocimiento acerca del secreto «de donde venimos, que somos y a donde vamos«.

    Abrazo de verdadera Luz para todos.

                                                                           

  • Artículo

    El Cielo en retrogradación astrológica, ¿Estamos aprendiendo las lecciones de lo sucedido?

    Hola mis queridos amigos y colegas;

    Han pasado unas semanas en las que no he publicado artículo alguno.  A veces, es bueno concentrarse en ciertos asuntos que has venido dejando pendientes en el tiempo ,  ya que para todo en este plano de existencia que nos ha tocado vivir, existe un momento preciso. Disculpadme mi silencio en este tiempo.

    Me encuentro en este momento trabajando en mi libro titulado «Simbolismo y correspondencias Herméticas de la tradición Occidental» que pronto saldrá a la luz y esto como sabéis consume enorme tiempo y esfuerzo, sobre todo cuando el día a día de las actividades profanas te restan esfuerzos y te devoran.

    Tal vez por esa misma razón, que tiene que ver con el efecto de «retrogradación» de la mayoría de los planetas, situación que estamos experimentando en este momento, es que me ha llegado el llamado de mi Ángel para que me detenga un momento y consulte la bóveda celeste.   A raíz  de esto me he dado cuenta una vez más, que todo tiene su razón de ser en el aquí y en el ahora todo enmarcado en una Divina sincronía.

     

    Pero antes que nada ¿Que es un planeta en estado retrógrado? ¿Que efectos ejerce en nuestra existencia individual y en el colectivo?

    Como sabemos, hay dos sistemas de observación del cosmos en general y de nuestro sistema solar en particular para ser visto o medido tanto astronomica como astrologicamente.   Una de ellas es el sistema Heliocéntrico (el cual toma como punto de referencia para la observacion a nuestro astro rey el Sol) y el otro sistema es el Geocéntrico (situando a la Tierra como punto de observación) el cual es ineludiblemente el sistema que utilizamos en Astrología.   Obviamente y como nosotros  vivimos en la Tierra y no en el Sol, es que tomamos este último sistema como punto de observación y medición para nuestros estudios, ya que como vimos sus conclusiones y efectos son totalmente diferentes.

    Y esto en apariencia elemental asunto, es fundamental para lo que vamos a explicar a continuación ya que aunque los planetas y asteroides en nuestro sistema solar giran alrededor del Sol, la astrología los explica desde nuestro punto de visión posicionados en la Tierra, ya que estas infuencias las recibimos desde nuestro planeta en el cual vivimos todos.

    En resumidas cuentas, si nosotros viviéreamos en el Sol, no tendríamos efecto de retrogradación alguno de los planetas (ya que el Sol es el centro de nuestro sistema), pero al obervarlos desde la Tierra, vemos en ciertas  oportunidades que cuando un planeta llega a un determinado punto de su órbirta alrededor del Sol, desde nuestra perspectiva apreciamos visualmente como si se «estacionara» durante un lapso de tiempo más o a menos prolongado.

    Este efecto por supuesto, depende de cada planeta ya que cada uno de ellos tiene una órbita diferente alrededor del Sol y tiene sus propias retrogradaciones tanto en tiempo como en efecto e intensidad.  Cuanto más cerca del Sol esté dicho planeta, más rápido será su período de retrogradación (por ejemplo Mercurio) y más fugaz sería su efecto. 

    En el momento exacto previo a la retrogradación decimos que el planeta se encuentra estacionario en determinado grado del zodíaco, para luego ir en una especie de «marcha atrás» (que en realidad no es tal astronomicamente ya que los planetas jamás se detienen ni van en retroceso, esto es solo su movimiennto aparente visualizado desde la Tierra). Posteriormente y en esta marcha «en retroceso»,  es cuando decimos que el planeta se encuentra retrogrado para  luego volver al poco tiempo a su posicíon «original» estacionaria por un momento,  y posteriormente seguir avanzando normalmente, momento el cual  decimos que se encuentra directo.

                                                Movimiento helicéntrico (directo)  –   Movimiento Geocéntrico (retrogradación).

    En este sentido y cuando un planeta «retrograda», evidentemente volvería a pasar por los mismos grados del zodíaco que ya transitó en su periplo reciente, por lo que astrologicamente sería como un «repaso» o segunda vivencia que nos otorga dicho planeta, en todos los asuntos que estuvieron relacionados con el signo astrológico respectivo en su momento del tránsito.

    Es por esta razón, que los espacios temporales de «retrogradación» son espacios de revisión de situaciones que ya hemos vivido recientemente.    Son como una especie de «segunda oportunidad» o momento de reflexión que el cielo nos brinda para entederlos mejor, tomar verdadera conciencia de ellos y empezar a resolverlos, es decir, aprender de las lecciones recibidas y tomar acciones.   Como es natural, en dicho momento las energías planetarias no se comportan como es habitual en ellas en su movimiento habitual directo.

    Dicha energía, la empezamos a sentir días o semanas antes (dependiendo del planeta) de empezar dicha retrogradación y cuando el mismo se encuentra en su etapa previa estacionaria, acumula mucha energía cuya magnitud y  efecto dependerá  del signo en que se encuentre en ese momento, pero siempre  la experimentaremos con más intendidad los primeros días de la retrogradación y los primeros días de cuando el planeta se pone «directo», momento en el cual toda la energía acumulada es liberada de golpe.

    Estas influencias si no son bien entendidas y manejadas, pueden crearnos retrasos, estancamientos y errores en nuestras actuaciones cotidianas. Son momentos en los que tenemos que tener una especial precaución en lo que hacemos y decimos, dependiendo del planeta y del signo en que se encuentre.  En resumen, las energías no fluyen o fluyen inadecuadamente, aún dentro de su misma naturaleza habitual.

    Pero ¿Como afecta esto concretamente a nuestra existencia?  Pues bueno, esto va a depender de los planetas Rx que tengáis en vuestra carta natal y sus aspectos (en signo y casa), pero tambien de forma general en el tránsito que estemos experimentando en un momento determinado. Es menester en este caso estudiar vuestra carta individual, para lo cual estoy a vuestra disposición.

    Os muestro la rueda zodiacal del tránsito astrológico del día de hoy;

     

    Como podéis apreciar,  tenemos 5 Planeta en movimiento Rx y además un importante asteroide (Quirón) y el Nodo Lunar.  Un total de 7 energias «repasandonos» la lección, lo cual no es ninguna tontería. Es normal que los planetas coincidan en su retrogradación en ciertos momentos, pero en este momento tenemos 7 de ellos en la misma situación, aspecto que vale la pena mencionar.

    Hablamos de:

    Urano a los 14º de Tauro (estará por 5 meses, retrograda una vez al año y esta en cada signo por 7 años).  Restringe la capacidad de decisión hacia la «independencia» del espíritu y su destino. En este momento, las energías actuan con especial énfasis en los temas relativos a la economía y la estabilidad material (tauro), pero en forma diferente e incluso contradictoria.   ¿ Estamos aprendiendo el valor del ahorro y la prevision material? Ocurrirá algo súbito a nivel e imprevisto a nivel colectivo relativo a lo relacionado con su signo (dinero, medidas económicas, lo material, etc.) Recrudecimiento de crisis económicas globales con efecto temporal.

    Plutón a los 24º de Capricornio (retrograda una vez al año por 5 meses y esta en cada signo entre 10 a 20 años). Nos indica que la colectividad puede regenerarse apartándose del mundo y de los demás momentaneamente,  como de hecho estamos viviendo con la pandemia.  A nivel colectivo nos va a revelar engaños públicos, delitos, conflictos de poder que al estar en Capricornio, van a  estar  dirigidos a los temas relativos a la autoridad constituida (religiosa o política) y a los Gobiernos.   A nivel personal, vuelve a preguntarnos en forma cruda si hemos entendido el mensaje del último año.  Hay que deshacerse de lo que no nos sirve, nos pide que entendamos que ya las cosas no van a volver a ser como eran antes.

    Saturno a los 8º de Acuario (retrograda todos los años por aproximadamente 5 y medio meses).  Nos viene a repasar la dureza de la disciplina, el rigor y las enseñanzas de los últimos tiempos que hemos vivido, y sobre todo al estar situado en el signo de  Acuario, nos vuelve a recordar las limitaciones en nuestra interaccion con grupos, familia y trabajo.  ¿habremos entendido con el aislamiento forzado el valor de la familia y las buenas y sanas relaciones con el prójimo? Lección: «no bajar la guardia».

    Jupiter a los 27º de Acuario (retrograda cada 13 meses aproximadamente durante 4 meses). A nivel colectivo los temas migratorios, politicos, legislativos y de crecimiento tienden a estancarse o ponerse mas lentos en este momento.  A nivel personal, nos está preguntando si luego de lo que estamos pasando (o pasamos), hemos entendido como y de que manera debemos expandirnos y crecer,  sobre todo espiritualmente.

    Neptuno a los 22º de Piscis (retrograda 1 vez al año por aproximadamente 5 meses).  Como siempre, neptuno «el gran escapista» rehuye a la normal comprensión de sus efectos y más cuando está retrógrado. A nivel colectivo nos está preguntando si está cónfusión que estamos viviendo (moral, económica, política, religiosa) no debería llevarnos a una mayor unión y solidaridad.  Este planeta en Rx y en Piscis, es un claro exponente del resurgimiento de enfermedades raras o no antes conocidas tales como pandemias y crisis humanitarias (nada más alejado de la verdad en los actuales momentos). A nivel individual, nos vuelve a preguntar ahora si estamos entendiendo el mensaje subyacente en toda esta crisis, para nuestro crecimiento interno y espiritual. ¿Hemos efectuado una verdadera y profunda introspeccion?

    Y finalmente el importante asteroide Quirón trabajando en la herida a los 12º de Aries (nada más y nada menos…). Nos invita a sanar y a entender el porque de las duras pruebas que estamos pasando a nivel colectivo y personal. Nodo norte Lunar  a los 7º de Piscis sin duda un tema karmático que tenemos que trabajar en el y superar.

    La correcta interpretación del efecto Rx de los planetas tanto en la carta natal como en un tránsito cualquiera, es mucho más compleja de lo que pudiera parecer a simple vista ya que hay que tener en cuenta los aspectos astrológicos que interactuan entre ellos, los signos y las casas.  

    Mis queridos amigos, aceptemos la señal que nos manda la Divinidad y tratemos de entenderla.  No cometamos, los mismos errores otra vez.

    Un abrazo de verdadera Luz para todos.

     

     

  • Artículo

    Zodiaco sideral Vs zodiaco tropical ¿cuál es verdaderamente tu signo?

    Los cielos narran la gloria de Dios, y el firmamento denuncia la obra de sus manos”. Salmo XIX

    Estimados lectores y amigos; 

    Muchas veces habremos oído decir en cierto tono sarcástico, por parte de astrólogos y de algunos conocedores de la materia, la expresión «tu no eres del signo que crees que eres«, lo cual crea una indudable confusión en el oyente que es profano en la materia.  Y esta afirmación no sería del todo falsa, ya que va a depender del enfoque con que lo analices y estudies,  además de la conveniencia con que el astrólogo profesional use un método u otro, ya que cada persona objeto de una carta astrológica, es una individualidad con características muy particulares y diferentes, unos de otros.

    Por otro lado, esta sería una de las razones por las cuales los científicos racionalistas y positivistas (entre los que se encuentran muchos astrónomos), osan burlarse de la astrología ya que llegan a afirmar que desde su punto de vista (el astronómico), nuestros cálculos de la posición de los planetas y las constelaciones en la eclíptica, no coindice con la observación espacial de las mismas si la vemos desde la tierra, toda vez que dado el movimiento de precesión de los equinoccios que tiene nuestra tierra en su movimiento de translación alrededor del Sol, la posición en el firmamento de las constelaciones no estaría hoy día «en el mismo sitio» que hace 2.148 años, con lo cual,  estaríamos confundiendo los signos zodiacales en nuestra interpretación astrólogica (…).

    Lo que no saben estos científicos, es que los astrólogos nos basamos en la verdadera ciencia del estudio de la bóveda celeste (la astrología) que además fue la precursora de la actual astronomía,  y que por si esto fuera poco, utilizamos (o deberíamos hacerlo), tanto el metodo del zodiaco sideral (que se acerca más a la concepción astronómica del cielo), como el zodiaco tropical, que se acerca más al aspecto psicológico y mundano en que el hombre se encuentra hoy día en su hogar, el planeta tierra.

    Por otro lado, he considerado oportuna la presente fecha para tratar este tema, ya que nos encontramos precisamente en el punto vernal del zodiaco el cual marca el inicio del equinoccio de Primavera y el mismo, es el punto de inicio de la interpretación astrológica por ser el inicio del año astrológico.   Por lo tanto, en las siguientes líneas trataré de mostrar al lector, en una explicación lo mas sencilla posible, sus diferencias y la conveniencia de la utilización de uno u otro método dependiendo de las circunstancias y de la persona objeto del estudio.

    Un equinoccio en astronomía, es un momento en el tiempo en el cual se puede obsevar directamente sobre el Ecuador y para esta fecha (Primavera),  este fenómeno natural.   Se produce en el Hemisferio Norte alrededor del día 20 de Marzo (el día y hora exacto depende de la ubicación geogáfica del observador en la Tierra), en el cual tanto el día como la noche tienen la misma duración.  Por lo tanto, son los dos puntos en los que se interceptan los círculos del Ecuador y la eclíptica.

    Para las antiguas civilizaciones (y en especial los Sumerios y Caldeos que fueron sus primeros descubridores y fundadores de la astrología hace más de 3.200 años), el inicio de la Primavera señalaba el inicio del año,  dado que era el momento en que la vida volvía a surgir en la naturaleza.  Es por esta razón, que el inicio o punto «cero» del zodíaco en la eclíptica (lo que los astrologos llamamos «cero de Aries»), lo establecieron usando este punto vernal equinoccial.

    No obstante, el primer grado del zodiaco sideral (u Oriental) se mide extactamente desde un punto en oposición perfecta (180°) de la estrella Spica, mientras que el zodiaco tropical ( u occidental), se presenta cuando el Sol alcanza la posición arriba indicada, pero en el punto ecuatorial.  Esta es una de sus diferencia fundamentales desde el punto de vista astronómico, además, éste sería el punto de referencia para nuestro análisis de cada uno de ellos, aun cuando ambos tengan su comienzo en la rueda zodiacal en el mencionado «cero de Aries.

    Otra de las diferencias, estriba en que el zodíaco Sideral (también llamado Oriental), está formado igualmente por las 12 constelaciones de la astrología tradicional, pero se diferencia del zodíaco tropical, en que el sideral considera dentro de sus cálculos matemáticos,  el lento «desplazamiento» (continuo y gradual) de estas mismas constelaciones zodiacales  vistas desde la tierra, fenómeno solo aparente o visual, ya que las mismas constelaciones se encuentran (hasta donde nosostros sabemos), siempre en el mismo sitio en el firmamento. 

    ¡Y este es el gran problema!, ya que si nos basamos en la teoria de la relatividad de Einstein (tiempo y espacio), el dilema que se nos presentaría, sería el determinar si todo el Universo está en movimiento o no, con lo cual, no tendríamos puntos de referencia y cualquiera de las anteriores teorias astronómicas  sería invalidada.   Es por esa misma razón, que nuestra observación debe basarse en la teoría y observación bajo el concepto de  ciclos y no de puntos fijos en el firmamento.  Es por lo demás y por este mismo motivo, que alrededor de este tema siempre se han tejido muchas críticas y desacuerdos, ya que no se sabe a ciencia cierta donde comienzan y terminan las constelaciones, toda vez que no solamente son construcciones «artificiales» en nuestra mente (creadas por nosotros), sino que en muchos casos se solapan unas con otras  y varían enormemente en tamaño, haciendo muy dificil conocer su verdadera posición espacial.

    Si seguimos analizando las diferencia entre ambos zodíacos (tropical y sideral), podremos entender mejor su naturaleza y por lo tanto, su aplicabilidad práctica a la hora de levantar una carta astrológica.

      El zodíaco sideral (tambien llamado como dijimos al principio Oriental por ser utilizado sobre todo por la tradición Védica e Hindú), es el más antiguo de todos.   Tiene como referencia a las constelaciones y sigue las normas tradicionales antiguas de la interpretación astrológica, situando siempre al observador desde su visión en la tierra mirando hacia el cosmos que se le abre ante sus ojos.      Su forma de cálculo, es un poco más compleja que el zodíaco tropical ya que como mencionamos arriba, se debe tomar en cuenta el movimiento de precesión del globo terráqueo (como demostraremos en unos sencillos cálculos más adelante).   El astrólogo lo debería utilizar,  para interpretaciones astrológicas mas orientadas hacia la evolución del alma y del espíritu y es de mayor trascendencia en el análisis del YO como ser transcendental en el tiempo, ya que su énfasis está en el cielo.    No en vano fue el primer método de interpretación creado y  no está en sincronía con las estaciones del año, sino en la contemplación ancestral de las estrellas.  Esto quiere decir que antaño, se hacía más natural mirar al cielo y verlo desde un enfoque astronómico y luego unirlo a la astrología, lo cual es un acto de suprema belleza, inteligencia y sincronía.

    El zodíaco tropical, es sin duda el más práctico de todos,  ya que es de creación y utilización más moderna y hace especial énfasis en el aquí y en el  ahora, en lo mundano y de mayor impacto de lo le pasa al ser humano en el momento actual y su devenir («lo que se le viene encima») y lo que le rodea, influyéndole y afectándole.    Es por lo tanto, de un claro enfoque psicológico y transpersonal.      Como dije, es de relativa reciente data y es por eso también que se le denomina «Helenístico», ya que fué propuesto por Ptolomeo en el siglo II y fué imponiendose en Occidente a través del tiempo.  El mismo iguala al mencionado grado «cero de Aries», cosa que el método sideral como vimos no hace. 

    Para calcularlo, es mucho más sencillo que el sideral, ya que solamente lo que se necesita es la posicion del Sol, la eclíptica (que como vimos es la representación del gráfico que deja la órbita de la tierra alrededor del Sol) más el punto del Ecuador terrestre.  Por lo tanto, no toma en cuenta la posición de las Constelaciones  ya que pone el énfasis en la Tierra solamente, lo cual a mi juicio genera un error de cálculo desde el punto de vista astronómico.

    Pués bien, entremos ahora en algunos cálculos matemáticos sencillos (no se asuste el lector), para estudiar como podemos levantar una carta sideral (o al menos entender como se hace o los elementos que intervienen), para lo cual debemos de partir entendiendo los tres movimientos propios de nuestro Planeta Tierra en su translación en la órbita alrededor del Sol.  Estos movimientos propios del planeta, adicionales al de translación, son los de rotación, precesión y nutación.

    El primer movimiento es el más conocido de todos y llamado de translación, el cual lo efectúa la Tierra en su órbita alrededor del Sol que en promedio dura 365 días de nuestro calendario Gregoriano, aún cuando astronomicamente este período pueda variar.

     

      Los otros movimientos de rotación, precesión y nutación son movimientos que efectúa la Tierra sobre su propio eje, al mismo tiempo que lo hace en su órbita de translación alrededor del Sol.  Definamos ahora  brevemente los movimientos de rotación y nutación, para luego centrarnos en el de precesión, que es realmente el que nos interesa a efectos del levantamiento de una carta sideral.  

    El movimiento de rotación, es el que hace la tierra girando sobre su propio eje a la vez que se traslada por la ecliptica, el cual tiene una duración aproximada de 24 horas dando origen al día y a la noche.  

    La nutación (del latín nutare, ‘cabecear’ u ‘oscilar’) es un movimiento ligero irregular en el eje de rotación de objetos más o menos simétricos que giran sobre su propio eje.     Los ejemplos más comunes,  son los tan de moda  giroscópios, los trompos con los que jugabamos de niños y en en un sentido Macrocósmico, los planetas.    Para el caso de nuestro Planeta hogar, el mismo se produce debido a las fuerzas externas de atracción gravitatoria y electro-magnética  que experimentamos  con la Luna y el Sol con respecto a la Tierra.     Esta oscilación es muy parecida al movimiento que hace una peonza (trompo).   La nutación hace que cada 18,6 años  el eje de rotación de la Tierra oscile hasta unos 9″ de arco en el zodíaco.

    Por otro lado  lo que más nos interesa en el levantamiento de la carta sideral, es el movimiento de precesión (en astronomía llamado «precesión de los equinoccios»), el cual consiste en el cambio gradual en la orientación de eje de rotación de la tierra, trazando un cono.   Como dijimos arriba, el mismo describe el movimiento de una peonza recorriendo una circunferencia completa cada 25.776 años cuyo período se conoce como «año Platónico».   Este movimiento es de 1° cada 71,76 años x 360°= 25.776 años arriba mencinados.  

    Este movimiento de precesión era ya conocido ancestralmente por los primeros astrónomos y astrólogos Baibilonios, especficamente por Cidenas que ya lo habría descubierto en el año 340 A.C. y que fuera estudiado posteriormente por Hiparco de Nicea y posteriormente ampliado por Claudio Ptolomeo en el año 147 A.C.

    A partir de el punto vernal anteriormente visto, estos antiguos obervadores del cielo dividieron la eclítica  en segmentos de 30° para delimitar y «crear» (en forma artificial por cierto),  los 12 signos del zodíaco.     No obstante y debido al fenómeno de precesión de los equinoccios  mencionado, se genera una diferencia entre el zodiaco sideral y el tropical de aproximadamente 24°,  si tomamos en cuenta que cada signo tiene aproximadamente una duración de 30 días.    Es por esta misma razón que en forma simple,  podemos decir (aunque mas adelante veremos los detalles mediante ciertos cálculos), que un muy elevado porcentaje de las personas «pertenecerían» a otro signo (el inmediato anterior), dentro del zodíaco sideral en contraste con el zodíaco tropical.

    En vista de que los Polos terrestres se mueven a ese ritmo y en dirección contraria al movimiento de translación de la Tierra, es que se denomina «pre-cesión» el cual es producido básicamente por la atracción ejercida por las fuerzas gravitacionales del Sol y la Luna, como djimos.    Desde el punto de vista físico-geográfico, el movimiento de rotación de la Tierra sobre su propio eje, origina un ensanchamiento tanto en los puntos ecuatoriales como polares de aproximadamente unos 24 Km y gracias al mismo.  Si no existiera esta configuración, la atracción gravitacional Luna/Sol no produciría un punto de fuerza sobre nuestro Planeta y por lo tanto, no se produciría modificación alguna de la dirección del eje terrestre.

    Dado el anterior fenómeno, es que ya a principios de la Era Cristiana, al Sol lo veíamos  proyectándose al comienzo de la Primavera en la constelación de Aries (el carnero) y actualmente 2.000 años despues (si trabajamos en números redondos para una mejor comprensión),  ha girado un ángulo de 27,92° (50,2511 x 2.000)  y se proyecta en el signo de Piscis (el pez símbolo del cristinianismo) y se proyectará posteriormente en Acuario y así sucesivamente transcurrido el ciclo antes visto.    Este ángulo de 27,92° sería de capital importancia para entender por que existe una diferencia entre el signo levantado entre una carta tropical y sideral, ya que al estar muy cercano a los 30°, abarca practicamente un signo astrológico completo.  De ahi, que entre unas cartas y otras el signo del individuo pudiera cambiar.   Es en el arco de 2,08° (30°  menos 27,92°), en donde caerían el reducido grupo de casos en los cuales el signo del zodiaco sería igual tanto para el zodíaco tropical como para el sideral.

    Desde el punto de vista estrictamente atrológico y también práctico, este fenómeno de origen  astronómico nos establece otro parámetro de análisis y visón astrológica más amplia, utilizando los 25.776 años que es el movimiento completo  del eje de nuestro Planeta y la precesión del punto exacto de precesión equinoccial en le órbita.

    Este análisis no es del todo conocido (inclusive por muchos astrólogos), sin embargo, nos facilita una visión complementaria espacio-temporal más amplia, que aún cuando se basa en los 12 signos, en esta oportunidad es bajo el el concepto de «eras astrológicas».

    Conclusiones.

    • Si una carta no nos convence desde el punto de vista tropical, si lo debería de hacer bajo la visión de la carta sideral. Si tampoco fuera así, es probable que los datos del necimiento no sean los corresctos y sea necesario proceder con un estudio de «rectificación» de la fecha-hora del natalicio.
    • Nunca deberemos determinar si una carta «es mejor o peor que la otra», ya que ambos conceptos son válidos.
    • Ambas cartas son perfectamente compatibles y las dos funcionan.

    Pongamos por ejemplo la carta natal del autor de éste articulo;

    Carta natal (zodíaco tropical).

    Carta natal (zodíaco sideral).

    En este caso, se evidencia claramente que los signos son diferentes ya que bajo la carta tropical, el Sol de José Antonio estaría en la cúspide del signo de Escorpio, pero baja la carta sideral estaría a los 8° del signo de Libra.  Pero ahora surge la pregunta crucial: ¿en que signo me siento identificado?.   Pues debo decirles que,  ¡en ambos me siento identificado!,  ya que dependiedo del contexto, la edad, el entorno y la situación de vida especifica en determinado momento me he sentido marcadamente en uno de los dos en particular, aun cuando en mi carta progresada me vea marcadamente Librano.

    Espero que con este artículo, os haya aportado un poco más de luz sobre este interesante tema.

    Un abrazo a todos.

     

     

     

     

     

     

     

     

  • Artículo

    Alma, Ego y Espíritu.

                                                               El Alma. William-Adolphe Bouguereau.

    Dios dijo: «Que las aguas se llenen de una multitud de seres vivientes y que vuelen pájaros sobre la tierra, por el firmamento del cielo». Génesis 20.

     

    Mucho se ha escrito acerca de esta triada, pero al mismo tiempo, también muchas confusiones se han tejido en torno a ella.  En ocasiones muchas personas, autores e inclusive estudiosos del esoterismo y de los temas Sagrados, tienden a definir dicha trilogia bajo una misma denominación o consubstanciadas de una misma naturaleza, situación que a nuestro entender,  no sería la adecuada.

    Etimologicamente, la palabra Alma o ánima,  proviene del latín «ánima» y del griego «psyché» que significa «alma humana», y en ese sentido, Alma es sinónimo de psique, pero también lo sería como concepto de individualidad única, en cuanto a que  se refiere a la existencia de una entidad inmaterial que, de acuerdo a las afirmaciones y creencias de las diferentes tradiciones y orientaciones filosóficas y religiosas, poseen ciertos seres.

    El Alma es el producto espiritualizado del cuerpo.   La descripción de sus características y cualidades,  varía significativamente en cada una de las tradiciones tanto Occidentales como Orientales.   En la anterior definición dada arriba, residiría el punto medular de este concepto ya que basados en la misma, cualquier ser vivo  que de alguna manera «sienta», ya sea este animal (alma de grupo o de especie) , conceptualizando dentro del concepto «animal»  al ser humano como ente racional, serían portadores por lo tanto,  de un Alma.     Partiendo de esta premisa, cuanto más elevado sea ese ser en la escala evolutiva (o dicho de otro modo cuanto más desarrollado sea su sistema nervioso central), mas desarrollada o elevada sería su Alma (desde un punto de vista primitivo), ya que la misma poseería un mayor grado de vibración, partiendo desde una simple célula hasta el ser humano mas desarrollado.

    De acuerdo con la tradición occidental hebreo-cristiana, el Alma (en hebreo נפש, néfesch y en griego  ψυχή, psykhḗ) es la principal cualidad que indentifica a la materia viviente, diferenciandola por lo tanto,  de un ser no-moviente (inerte) a un ser dotado de movimiento.   Es por eso, tal y como indicamos al inicio de este escrito, que el Libro Sagrado del Génesis lo   describe claramente.      En este contexto, el Alma viene a ser como el soplo de vida exhalado por la Divinidad hacia el Ser, que en ese momento queda impregnado de una vitalidad y existencia de caracter Superior, dentro de todo el contexto de la Creación.  Es el principo de todo y existe como paso previo antes de la manifestación de todo lo creado.

    Soplo / Soplo de Vida / Soplo de Vida Luminoso.

    En el hebreismo qabalístico, la rúaj o ruah רוּחַ , que significa «viento, álito o respirar» e incluso mente (su gematria es 214),  es una esencia original y misteriosa, imprevisible, omnipresente.   Es el aire o prana, la realidad divina y luminosa, en la que se asienta todo lo que existe.   Nada puede cobrar vida si no esta cubierto por la ruah.   Cuando Yahvéh inspiró sobre el hombre su soplo de vida (Génesis 2:7), éste se convirtió en ser viviente.     El hombre vive, mientras Yahvéh no retira su rúaj. (Job 27,3).    Por lo tanto, podemos afirmar que este término marca, en forma fundamental,  la relación entre todas las criaturas y su creador.

    Al no ser el Alma una realidad sensible, tangible o material,  no ha podido  ser estudiada complementamente por la ciencia  y por lo tanto, la misma no afirma  su existencia, aún cuando recientes estudios están arrojando luz acerca de este asunto.    Sobre este tema, se ha demostrado científicamente que cuando el Alma abandona el cuerpo (una vez cortado el «hilo de plata»), el cuerpo denso o físico pierde cierto peso.    Como bien saben todos los videntes y estudiosos del aura energética que recubre a los seres vivos, el primer campo o área etérea es denominada cuerpo vital o ectoplasma.  El mismo es común tanto en los animales como en las plantas, por lo que por esa misma razón,  la posesión de un alma no es exclusivad del ser humano, aún cuando la perteneciente a este último tenga unas características superiores y especiales que la diferencian del resto de seres.

    Este aura o cuerpo vital, es la primera que recubre el cuerpo físico o denso ( de uno a cinco centímetros) y es la que le da la vitalidad y energía, haciendo que todos los órganos funcionen.   En ella reside la memoria y allí todo órgano es creado previamente antes de su formación física, bajo una forma etérica.   Allí también es previamente sanado o se enferma, para luego pasar a afectar el cuerpo denso.  

    Cuando con motivo de la muerte este cuerpo vital desaparece, con el «se nos va»  el Alma, retirándose la misma por la cabeza y dejando al cuerpo denso inanimado.      Este vehículo superior (conjuntamente con el aura o cuerpo de deseos y el mental que se le superponen), abandonan el cuerpo físico con un movimiento en espiral que es facilmente apreciable por los videntes, llevándose consigo el Alma del que llamamos átomo-simiente.  No es un átomo físicamente hablando, sino las fuerzas que obran a través de él.  

    El resultado de las experiencias pasadas en el cuerpo y mente de la vida de la persona que acaba de fallecer, se ha impreso sobre este átomo especial que es único y que subsitirá en todo organismo, luego de su muerte.    El mismo, ha permanecido estable no solamente a  través de una sóla vida, sino que ha formado parte de todos los cuerpos físicos o densos empleados por el Ego de esa Alma en particular,  en re encarnaciones anteriores y lo será en las posteriores, en torno del cual se contruirá el nuevo cuerpo denso que será empleado por ese Ego en particular, eterno, único e indivisible.

    Es por esa razón que mucho estudiodos confunden al Alma con el Ego, siendo ambos de una misma naturaleza/substancia inmaterial e inmortal, pero possedores de características, objetivos y funciones diferentes. 

    Podríamos decir, por lo tanto, que el Ego es la caraterística fundamental (que identifica) a cada Alma individual, como una suerte de sello, huella o personalidad única en el Universo, por lo que podríamos llegar a afirmar que no existen dos Almas iguales,  verbigracia al Ego que la habita. El Alma y el Ego siempre trascienden y se re encarnan, hasta su elevación final y fusión con el Supremo.

    Con motivo de la muerte, dicho átomo es retirado únicamente para despertar de nuevo en la aurora de una nueva vida, sirviendo así de nucleo central en torno al cual se construirá el nuevo cuerpo físico, que será empleado por ese mismo Ego y que en su nueva re encarnación, tendrá que llevar a cabo la ruta de vida que le haya sido asignada, de acuerdo a lo realizadp en su encarnación anterior y a lo decicido por ese mismo Ego durante su permanencia en el Bardo (purgatorio para los cristianos), y por los Angeles registradores y los Maestros ascendidos.

    Anatomicamente, dicho átomo «simiente» está situado en el cuarto chakra o vórtice (cardíaco o Anahata), específicamente en el ventrículo izquierdo del corazón, cerca del ápice.   

     

    Al ocurrir la muerte, dicho átomo-simiente sube por el nervio pneumogástrico, abandonando el cuerpo físico, junto con las otras auras (emocional y  mental), escapándose a traves de la fisura de los huesos parietal y occipital del craneo.  Es por esa razón, que cuando el cuerpo muere, en ese momento las personas sensibles o videntes, pueden observar como una especie de bruma se eleva por encima de la cabeza.  

    Cuando esta Alma (cuerpo vital) junto a los cuerpos de deseo y mental dejan al cuerpo físico o denso, permanecen todavía conectados por algún tiempo (de uno a tres días) al cuerpo físico,  mediante un cordón o hilo, vibrante y plateado, muy parecido a dos números seis (6) puestos al revés el uno del otro, colocados horizontalmente y conectados por las extremidades.

      Un extremo está unido al corazón (cuarto chakra), y cuando se produce la ruptura del mismo,  se produce la paralización del corazón.  Este hilo no se rompe hasta que el panorama de la vida que acaba de terminar haya sido completado y se impregne en los vehículos superiores que irán al primer cielo (como si fuera una película).      Es por esa razón que el cuerpo físico NO debe ser cremado, embalsamado ni mutilado hasta pasados al menos tres dias, ya que si bien fisicamente no siente, si «siente»  el cuerpo vital y el resto de los vehículos etéricos que se van,  y por lo tanto, paralizaría o retrasaría el reconocimiento e impregnación de los acontecimientos de la vida ya terminada y que servirán de base para escribir el libreto de la nueva vida por venir.

    Al re encarnar esta nueva Alma portadora del Ego correspondiente, en un nuevo cuerpo, el Alma ya es depositaria del nuevo cuerpo vital desde el momento en que la concepción es llevada a cabo y el nuevo ser comienza a formarse en sus primeras semanas.    No así sucede con el Ego, el cual  aunque es pre existente y ya definido, no empezaría a manifestarse sino a entre los 4 a los 7 años, teniendo el recién nacido y el infante durante ese tiempo,  el Ego asimilado de ambos padres el cual influenciará (junto con la nueva ruta de vida asignada) con su propio Ego inmortal que trae de sus sucesivas encarnaciones, con el objeto de perfeccionarse y  elevarse espiritualmente cada vez en mayor grado cuando sea un adulto.

    Ya dada  la encarnación en un nuevo cuerpo denso, el Ego empieza a operar por medio de la sangre y de su calor, y también por medio del aire que entra en los pulmones (el soplo de vida del que hablábamos al principio de este escrito).   Esto es debido, a que que el Alma  de la carne está en la sangre, asegurando así la admisión del Espíritu del que hablaremos a continuación.  Es por esa razón (entre otras), que en muchas creencias religiosas y filosofías se prohíbe comer carne y menos si es portadora de sangre.   En el versículo 14 del capítulo 17 del Levítico hebreo, se prohíbe a los Judios comer carne, por que el Alma de toda carne reside en la sangre.  Es decir, podemos afirmar  que el Ego se transmite y reside en la sangre como manifestación dentro del cuerpo denso o físico.

    Espíritu.

    «Y la tierra estaba sin orden y vacía, y las tinieblas cubrían la superficie del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la superficie de las aguas.» Génesis 1-2

    Del latín «spirĭtus», Espíritu es el don sobrenatural que el Creador  concede a algunas criaturas y es la virtud que alienta el cuerpo para que viva y actúe.   Por lo tanto, el Espíritu es la Gracia que Dios o que un Ser Superior da al hombre para diferenciarse del resto de los animales, aún cuando ambos tengan un alma,  aquel individual y elevada y estos un alma «primitiva»  grupal o de especie.

    El Espíritu humano es un componente de origen Divino y cuyo génesis y derivación primera, es de procedencia Divina y no humana, es por eso que solamente los humanos tienen Espíritu.

    Lo filosófico, artístico, de conocimiento, psicológico creado por el ser humano, ( que sería la parte espiritual o mental de la humanidad), se lo debemos al Espíritu.     A veces este concepto, también es indebidamente  usado con el mismo significado de Alma humana, y a veces es utilizado para referirse al impersonal, universal o mayor componente de la naturaleza humana en contraste al Alma o psique, que puede referirse al Ego o un elemento de naturaleza aún inferior.     El Espíritu humano engloba también a  nuestro intelecto, emociones, miedos, pasiones  y creatividad, lo cual nos hace totalmente diferentes del resto de los seres vivos, tal y como dijimos más arriba.   Es por lo tanto,  el componente celestial de los humanos, la parte que es impersonal o Universal.

    Reciban todos un abrazo de Luz.

    J.A.L. :.

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

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    29 de Enero 2021 y días venideros ?Confrontaciones?

    Hola mis queridos amigos y seguidores.

    Tal vez habéis estado oyendo hablar mucho esta semana  de la famosa Luna en Leo, la cual tuvo su máximo explendor el dia de ayer 28 de enero al encontrarse en su fase llena, la cual llamamos en este tránsito puntual «Luna de lobo«,  por ser la primera del 2021.

    Si bien la luna en esta fase se caracteriza entre otras muchas cosas, por la creatividad, el romance, las emociones intensas y el trabajo creador,   tambíen tiene su lado negativo que se expresa en estallidos de violencia y en actos desmedidos, a veces inexpicables.    En esta opotunidad, esta luna se encuentra en cuadratura (tensión y roce) tanto con el medio-cielo astrológico MC (identidad social o imagen pública), como con el planeta Marte (acción, impulso), lo cual puede causar que  esas emociones generadas por los efectos de la Luna, se vean canalizadas en forma inadecuada o hasta agresiva.

    Por si esto no fuera suficiente, este trásnsito lunar se encuentra en oposicion astrológica (confrontación) en el eje Leo/Acuario, con el ya archi conocido stellium de planetas (Jupiter, Saturno y ahora el Sol) creando aún más tensiones.  Como dijimos, esta Luna al estar en cuadratura con el MC afecta sobre todo a las masas de población y al inconsciente colectivo, el cual se encuentra un tanto crispado en estos momentos, como habéis podido notar.   Tratemos en estos días de controlar nuestras emociones, ya que nosotros tambien formamos parte de este colectivo, lo queramos o no. No obstante y que este tránsito lunar durará pocos días,  dejará su efecto.

    Sin embargo, es menester centrarnos primodialmente en el resto de los planetas y en su estado cósmico, ya que he venido a llamar a este mapa celeste que expongo ahora, «la carta de las cuadraturas».

     

    En efecto y adicionalmente a la incidencia Lunar anterior, no podemos perder de vista el stellium que se nos sigue presentando en el signo de Acuario, con la ya conocida conjunción entre los cronatores Jupiter-Saturno, ahora tambien en conjunción con el tránsito del astro rey.    

    Este grupo lo vemos conformando en este preciso momento,  una cruz cósmica (formación compuesta por la cuadratura de 4 de ellos o su conjunto, más dos oposiciones), especialísimo aspecto este que genera tremendas tensiones.

    Si prescindimos del efecto pasajero Lunar, no obstante observamos que en las próximas semanas,  se seguira manteniendo la llamada T cuadrada (doble cuadratura originada entre uno(s) planeta(s) unidos por la oposición de dos de ellos), que sin tener la enorme tirantez del fenómeno anterior, no dejan de ser sumamente tensas y disarmónicas.  Por un lado, seguimos manteniendo la cuadratura de Jupiter-Saturno-Sol (que de por si ya generan efectos muy fuertes como el de una caldera en ebullición), con Marte y Urano,  y por el otro lado cuadratura con el MC (medio cielo).  A este efecto, debemos sumarle tambien el Planeta Jupiter que aún cuando no está en conjunción con los anteriores, esta también en el mismo signo de Acuario

    En palabras comprensibles para todos, esto vendría a ser una suerte de «tomenta perfecta» para que los eventos que deben salir a flote se produzcan, ya sea por las buenas o por las malas (cuadratura con Marte) y que los mismos se exterioricen a la luz publica (representada por la cuadratura con el el MC).   Estas confrontaciones, originarán caidas de antiguos poderes establecidos y pugnas entre los que van a entrar, ademas de intentos de control a la población.

    No podemos perder de vista el predominio del elemento aire en esta configuración (tenemos 4 planetas en Acuario regido por el elemento aire), lo cual nos indica que estas batallas se desarrollaran primordialmente por las redes y medios de comunicación (que se transmiten por el aire) y además, producto de las acciones de grupos de presión, población disconforme, acciones de grupos políticos, etc.

    El planeta Urano (que es el que rige estos temas), lo vemos en conjunción con Marte y en cuadratura con los que están en Acuario (Jupiter, saturno y el Sol), lo cual nos indica que el control de los medios de comunicación y las redes se volverán más censuradoras y controladoras, sensación ésta que ya estamos viviendo.   Tambien los Gobiernos se tornarán, en su mayoría, más controladores, autoritarios y más cínicos en sus actuaciones.

    Saldrán a la luz pública escándalos que tengan que ver con la abusos de tipo económico y/o político motivados por causas antes mencionadas, (no en vano, hemos estado escuchando denuncias de ventas con sobreprecio a las élites y grupos selectos, de las vacunas COVID-19 y entregas preferenciales, denuncias de abuso en el control de las redes) etc. No nos olvidemos que Urano sigue en Tauro, que simboliza las posesiones y riquezas.    La pandemia continuara en forma virulenta en las próximas semanas, pero se evidenciará un descenso en la curva a partir del mes de Abril 2021.

    La conjuncion de Marte y Urano, en oposición al MC y en cuadratura con los actuales planetas en Acuario, nos traerá en las próximas semanas y meses el resurgimiento de antiguas rencillas civiles, choques sociales y el re surgimiento de posiciones politicas de tipo extremista e incluso fascista, ya sea de un lado o de otro ( ya esta situacion la está empezando a vivir  los EEUU y se originará también en otros países).

    Adaptémonos a los nuevos tiempos, seamos conscientes y precavidos y no nos olvidemos nunca que estamos en este plano para servir al prójimo.

    Un abrazo para todos.

     

     

     

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    La venida del próximo Avatar y el inicio de una Nueva Era. (III parte).

    » 3 Y estando él sentado en el monte de los Olivos, los discípulos se le acercaron aparte, diciendo: Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida, y del fin del siglo?  Respondiendo Jesús, les dijo: Mirad que nadie os engañe.  Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañaránY oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin.  Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares.   Y todo esto será principio de dolores.» Mateo 24:3-8

    «Siempre que haya un debilitamiento de la Ley y un crecimiento de la ilegalidad en todas partes, entonces Yo me manifiesto.»  «Para la salvación de los justos y la destrucción de aquellos que hacen el mal, para el firme establecimiento de la Ley, Yo vuelvo a nacer edad tras edad».  Bhagavad Gita, libro IV, Aforismos 7 y 8,

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    El final de nuestro Ciclo Cósmico y el inicio de una Nueva Era. (II parte: El punto de inflexión y los acontecimientos por venir desde una visión astrológica).

    «No sea que levantes los ojos al cielo y veas el sol, la luna, las estrellas y todo el ejército del cielo, y seas impulsado a adorarlos y servirlos, {cosas} que el SEÑOR tu Dios ha concedido a todos los pueblos debajo de todos los cielos». Deuteronomio 4:19

    Mis estimados lectores, amigos,  Hermanos;

    Me complace mucho hacer una nueva entrega (II parte) acerca de este tema, el cual es una continuación a mi publicación anterior de hace algunos días que como recordarán, hacia referencia al final de nuestro actual Ciclo Cósmico y el inicio de una Nueva Era (la de Acuario).

     Este devenir,  vendría a marcar la ocurrencia de ciertos eventos de capital importancia, algunos de ellos ya en pleno desarrollo y experimentación como comprobaremos en las siguientes líneas.     De igual manera, esta nueva publicación viene a ser el colofón de mis  escritos astrológicos anteriores en este mismo espacio, fechados en Enero 8 y 9 respectivamente.   Dicha continuación del tema,  la enfocaré en esta oportunidad desde el punto de vista astrológico,  pero tomando en cuenta todo lo demás que nos dice la Tradición Recibida.

    En este 2020, el gran tema astrológico será la triple conjunción Saturno-Jupiter-Plutón.     No obstante, tendrá una especial relevancia los efectos que se produzcan entre Jupiter-Saturno,  hechos que abrirán sus puertas el 21 de Diciembre 2020 bajo el signo de Acuario (signo de Aire).     Esta conjunción marcará un gran punto de inflexión:  El nacimiento de una Nueva Era, no solamente porque estos dos grandes cronatores son considerados por la astrología clásica como factores determinanes de los grandes cambios históricos, sino por que como explicamos detalladamente en el capítulo anterior, son el final de una Era y además representan las postrimerías del Kali-Yuga, dando cierre a nuestro actual Manvantara o Ciclo Cósmico.

    Sin embargo, según algunos místicos y hermetistas modernos, teósofos y filósofos de la Nueva Era, el mundo ha estado en la Era Acuario desde la segunda mitad del siglo XX.   Esto se explica por el hecho de que, en el momento del nacimiento de Jesús El Cristo, el punto vernal cambió de la constelación de Aries a la constelación de Piscis y de allí, aproximadamente 2020 años después a la Era de Acuario.

    Acuario es un signo relacionado con los cambios bruscos y radicales.  Rige cuestiones como la electricidad, la aviación, las tecnologías de vanguardia, los inventos impactantes, la informática, el Internet ya que no en vano su regente es Urano.     En el ámbito más directamente humano, Acuario también se vincula con valores de libertad, de solidaridad e igualdad, así como con la rebeldía y el espíritu contestatario y revolucionario ante  los poderes conservadores.

    La conjunción de estos planetas se producen cada 20 años y señala el inicio de un período marcado por los significados del signo en que se se encuentre en cada uno de los tránsitos.     Este encuentro,  determina los sucesos globales en el muy corto lapso de perioricidad de dos décadas, sin embargo,  siempre ha sido observada y altamente respetada por los astrólogos desde hace más de 3.000 años, por lo que su efectividad no debería estar cuestionada.

      No obstante esta conjunción que experimentaremos en breve, no es una conjunción cualquiera, ya que duranta las últimas 10 conjunciones de esta misma naturaleza,   las mismas se han producido bajo un común  Elemento agua (el Agua).    Es por esta razón,  que ahora se origina una particularidad adicional y es que se gesta un cambio del elemento alquímico (del elemento Agua al elemento Aire ), evento que se produce cada 200 a 240 años.

    En este sentido, cabe destacar que el  Aire es el elemento por el cual se transmite la comunicación en todas sus formas (naturales o tecnológicas), las nuevas ideas y tendencias (algunas revolucionarias y de caracter vanguardista), el pensamiento, etc.  aspectos estos que generan cambios en el modelo actualmente establecido, el cual estaría llegando al final de su ciclo.

    También se caracteriza por la capacidad creativa y el auge de tecnologías avanzadas, condición que se verá muy favorecida en ese preciso momento por la posición de Urano en la carta del 21 de Diciembre, ya que éste planeta se encuentra  desde hace algún tiempo  en el signo de Tauro , el cual otorga concreción y materialización en nuestro dia a dia, para poder palpar concretamente estos avances tecnológicos.

    Se trata pués, de dos tipos de energía muy diferentes que se expresan en nuestro mundo con efectos que no son compatibles entre sí y que generan agitación y confusión en la colectividad, tanto psíquicamente (inconsciente colectivo) como materialmente, ya que Piscis es un signo guiado por la sensibilidad y las emociones (el Agua), y Acuario se basa en ideas y conceptos (el Aire) casi siempre alejados de las emociones. 

    Como podemos apreciar en las generalidades del cuadro de más abajo, será un inicio de Era marcado por fuerzas Cardinales muy encadenadas a la materialidad terrenal y que al principio, generarán mucha acción.

    A continuación y basado en lo hechos y antecedentes expresados en la 1ra. parte de esta investigación y escritos anteriores, voy a exponer la carta astrológica del tránsito del proximo 21 de Diciembre a las 12 horas según el meridiano de Greenwich.     He levantado esta carta bajo esas características, dada la sincronicidad de varios factores de relevante importancia (tanto astrológicos como basados en la intuición), que considero sumamente relevantes y que resumo de la siguiente manera:

    • Conjunción partil (en grado, minuto y segundo), de Jupiter y Saturno en el signo de Acuario y además, en la casa 11 (Acuario) para esa hora prevista.
    • Momento exacto del inicio del Solsticio de invierno ( Sol en los 0 grados del signo de Capricornio -cúspide- y en la posición exacta del mediocielo), en conjunción también partil con Mercurio.
    • Gran «T cuadrada» con cúspide en Urano (arriba mencionado) en el signo de Piscis, que hace cuadraturas con los nodos lunares, lo cual indica una lección Kármica para la Humanidad entre el Nodo Sur (karma) y el Nodo Norte (Dharma o lecciones de aprendizaje).

     

     

    Pasemos a analizar este tránsito planetario y su significado.   Primero que nada,  analicemos el estado cósmico de los planetas, comenzando como es natural,  por el Astro Rey que estará peregrino ese día en su entrada al signo de Capricornio (Solsticio de Invierno).

    Destaca aquí la conjuncion exacta (partíl) de Mercurio – Sol en la cúspide de Capricornio.  Es menester notar,  que la conjunción es el único aspecto posible entre el Sol y Mercurio, ya que siempre viajan juntos en la bóveda Celeste.    Mercurio rige la comunicación, los patrones de pensamiento, la racionalidad y el razonamiento.     También la educación primaria y secundaria, la zona donde vives, hermanos, primos, transporte de corta distancia, noticias e información.      Mercurio es rápido, vivo, adaptable, variable, sin emociones y curioso.     Por otro lado el Sol es el Ego, la Voluntad y la Energía fundamental .  Es por esta razón, que  el Tránsito Sol Conjunción Mercurio es el mejor de todos los aspectos para la efectiva  comunicación.  

    Por otro lado, cuando estos dos planetas fusionan sus ernergías ( y además en el MC – Medio Cielo), esta energía se irradia en toda la carta astrológica y magnifica su efecto.  Claro, todo va a depender del resto de los aspectos tanto del Sol como de Mercurio.

    Un aspecto no armonico y hasta conflictivo, va a a ser la cuadratura del Sol con la Luna.  Este uno de los aspectos más difíciles de todos en astrología  y  en este caso en particular,  pudiera no canalizar adecuadamente esas energías tan grandes derivadas de esa conjunción Sol-Mercurio.   De esta manera, es probable que se experimenten muchos altibajos, con algunas confusiones y malentendendidos en la comunicación, especialmente con superiores y figuras de autoridad.       Las emociones negativas pueden llegar a magnificarse , y luego expresarse en forma explosiva  a través del Ego personal y colectivo.   Esto puede poner a la gente  irritable y puede llegar a ponerse  muy combativa.   Si además, lo sumamos al estado cósmico de Marte el cual como veremos mas abajo estará bastante sólido, puede ser exposiva.     Por lo tanto, la gente puede estar a la defensiva y con reacciones fuertes.  

    Esto puede suceder a pesar de que Mercurio se encuentre en buena relación con el planeta de la Nueva Era (Urano),  ya que ambos se encuentran en un armónico trígono.

    Los cronatores Júpiter y Saturno, también  se encontrarán peregrinos para esa fecha en el  signo de Acuario y además, en la cúspide de dicho  signo en pleno y fuerte comienzo.   No nos olvidemos que Jupiter ha sido considerado siempre el planeta de la expansión y del crecimiento (benéfico), mientras que Saturno el de la contracción y el endurecimiento (supuestamente «maléfico»), pero también es un gran maestro.

    Ambos planetas en conjunción,  han marcado hitos de importantísima trascendencia en la historia de la humanidad y no lo dice mi persona, sino los más grandes astrólogos que ha tenido nuestra historia.    

    Esta conjunción a dado origen a eventos  de grandiosa trascendencia tales como el nacimiento de algunos avatares de la historia como son Buda, Moisés o Jesús de Nazareth ( ver mi anterior publicación de este mimso espacio titulada «Jesús de Nazareth y las condiciones celestes en su nacimiento».   No obstante y en la otra cara de la moneda,  también a desencadenado  eventos que han marcado el inicio de pandemias y choques religiosos, culturales y políticos.  

    Debemos añadir a lo anterior, que  esta especial conjunción tambien coincide en ambos Planetas con la triple conjunción con Plutón.  Bajo esa interpretación,  los eventos se desencadenan con especial intensidad y virulencia (tal y como es la naturaleza de Plutón), pudiéndose producir catastrofes naturales, graves conflictos socio-políticos y pandemias como las que estamos padeciendo en este momento.     Es posible que estos efectos unidos al inicio de una Nueva Era, siembren en la humanidad la simiente de un nuevo despertar y un cambio de los paradigmas.   No obstante y como todo en el Universo, será un cambio gradual.

    Los tres planetas estan de igual manera aspectados en sextil con el asteroide Juno y el ASC (ascendente),  lo cual les otorga un caracter de colaboración y «confabulación» mutua,  para identifcarse con esos valores de re afirmacion de sus energías y mostrarlas a todo el mundo  (ASC).

    También esta misma  conjunción, marcará el fin de la era  clásica industrial  y el nacimiento de otra etapa, gradual pero constante, que será la Era de la comunicación digital, tal y como lo podemos evidenciar en la conjunción exacta o partíl Sol-Mercurio en el Mediocielo (cuspide de capricornio) y en el transito de Urano por Tauro (aplicación práctica de la tecnología).

    No podemos dejar de lado,  el quincuncio que muestra Plutón con la parte arábiga del Infortunio , lo cual nos indica la enfermedad y muerte en su mas genuina expresión.     Además, el mismo se produce con el nodo sur Lunar.    Esto nos indica un claro  enfoque Kármico (como lo es el del quinquncio), en la forma de una lección que debe aprender la humanidad, tal y como nos lo está demostrando ahora la epidemia del COVID-19. 

    Pero este tipo de fenómeno pandemico no es nuevo bajo la configuración celeste.   La gran peste negra de la Edad Media (siglo XV), ocurrió bajo una conjunción similar y no coincidencialmente, esa epidema se originó en China.    De igual manera, la epidemia del cólera se origino también en China y en India y recorrió Europa con fatales resultados entre los años 1.817 a 1.824 (hace apenas 200 años) y tuvo muy serias repercusiones de caracter internacional tanto en la política como en la sociedad, originando conflictos entre los paises y las regiones de un mismo país y entre ricos y pobres, tal y como se está evidenciando ahora  en la Comunidad Europea y otras potencias con el tema del covid-19.

    Ahora, casi dos siglos después (200 años), se nos presenta bajo la forma de otro virus aún más silencioso y letal como lo es el covid-19. 

    ?Pero que nos dice la cifra de 200 años?, pues bueno algo de mucha significación, ya que son 200 los años en los que aproximadamente cambian en el zodíaco los elementos fuego, tierra, agua y aire, de uno a otro en su ciclo.  

    En la epidemia del cólera teniamos en el zodiaco a el elemento Agua – signo de Piscis ( y el vacilo del cólera se transmite por el agua…), ahora el covid-19 está bajo el elemento Aire – signo de Acuario, y este virus,  !y no coincidencialmente se transmite principalmente por el aire!.   Además y para matizar este efecto, la parte arábiga del Infortunio, se encontrará el 21 de diciembre en Geminis (los pulmones).

    Pero sigamos con el análisis astrológico.

    Por otro lado, el planeta Marte se nos presenta  con un aceptable estado cósmico comodamente domiciliado en su signo Aries y tambien en colaboración con la parte del Infortunio, energia que junto a la que vimos de Plutón, puede llegar a ser bastantes cardinal para todo lo que es la salud y la vida.

    También existen otras inarmonias, una de ellas para el planeta Urano, el cual transita Tauro en un estado cósmico caído, formando una cuadratura con nuestra gran conjunción Jupiter – Saturno, lo cual nos anuncia ciertos movimientos imprevisibles que a lo largo del 2021 podrán  alterar en formar repentina el orden establecido, al más puro estilo Uraniano.  

    La conjunción con  Lilith (la Luna negra), nos cofirma que esas manipulaciones y cambios repentinos pueden producirse bajo el manto de ciertos intereses  velados y de intenciones no muy sanas.

    Todo parece indicar pués,  el nacimiento de una época marcada por un nuevo orden Mundial bajo el mando de grandes poderes socio-politico-económicos restrictivos de las libertades  y la democracia, amparados en la ignorancia de una gran masa de la población y en el monopolio y control de los medios de comunicación (Urano).

    Ya lo estamos viendo en los EE.UU con la reciente victoria de los «demócratas» y el resurgimiento velado de una especie de izquierda (pero con dinero),  que maneja a placer los medios de comunicacion y la redes sociales, las cuales están empezando, por primera vez en la historia, a ser controladadas y restringidas por esos sectores.    Esta situación la estamos viendo en este momento de forma evidente, en paises como España, Venezuela (en sumo grado) y en otras partes del Mundo.

    Finalmente, observemos el estado de Venus, el planeta de la belleza  y el amor, que además y como casi todos los demás planetas, estará peregrino

    Como vemos en el cuadro de más abajo, sus aspectos nos relatan también una carga kármica importante, dados los quincuncios con Lilith y Urano y su afinidad con Quirón.  Nos está diciendo que la humanidad a torcido y tergiversado el concepto del Amor en su genuina y verdera expresión, por lo cual,  va a sufrir ciertas heridas (quirón)  y deberá experimentar consecuencias dolorosas.

    Como hemos podido apreciar en el  transcurso de este estudio, nos esperan en el corto plazo unos tiempos bastante delicados de cambios y confrontación.     Pero este devenir,  no podría ser de otra manera al encontranos en las postrimerias del Kali Yuga, por lo que eso ya esta escrito tal y como nos relatan las Sagradas Escrituras;

    » 8 Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá terremotos en muchos lugares, y habrá hambres y alborotos; principios de dolores serán estos.
    9 Mas vosotros mirad por vosotros: porque os entregarán en los concilios, y en sinagogas seréis azotados: y delante de presidentes y de reyes seréis llamados por causa de mí, en testimonio á ellos.
    10 Y á todas las gentes conviene que el evangelio sea predicado antes.
    11 Y cuando os trajeren para entregaros, no premeditéis qué habéis de decir, ni lo penséis: mas lo que os fuere dado en aquella hora, eso hablad; porque no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu Santo.
    12 Y entregará á la muerte el hermano al hermano, y el padre al hijo: y se levantarán los hijos contra los padres, y los matarán.
    13 Y seréis aborrecidos de todos por mi nombre: mas el que perseverare hasta el fin, éste será salvo.
    14 Empero cuando viereis la abominación de asolamiento, que fué dicha por el profeta Daniel, que estará donde no debe (el que lee, entienda), entonces los que estén en Judea huyan á los montes;
    15 Y el que esté sobre el terrado, no descienda á la casa, ni entre para tomar algo de su casa;
    16 Y el que estuviere en el campo, no vuelva atrás á tomar su capa.
    17 Mas ¡ay de las preñadas, y de las que criaren en aquellos días!
    18 Orad pues, que no acontezca vuestra huída en invierno.»
     
    MATEO 13:8-18

    Después de la tormenta, llega la calma.  

    La Era de Acuario después de que pasemos esta etapa tan dolorosa y tumultuosa que caracteriza a la decadencia total características de las postrimerias del Kali Yuga, la humanidad (nuestros hijos o lo más probable los hijos de nuestros hijos),  vivirán un largo período en el cual la espiritualidad, la paz y la armonía, seán la forma común de vida, en una hermandad adecuada y bajo la tutela de un nuevo Avatar de la descendencia de Melquisedec.

    Pero esto será el tema de nuestra próxima entrega.

    «Yo soy el Señor su Dios. Si escuchan mi voz y hacen lo que yo considero justo, y si cumplen mis leyes y mandamientos, no traeré sobre ustedes ninguna de las enfermedades que traje sobre los egipcios. Yo soy el Señor, que les devuelve la salud».   EXODO 15:26

     

     
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    El final de nuestro Ciclo Cósmico y el inicio de una Nueva Era. ( I parte: El actual 7mo. Manvantara).

    «Todo fluye, fuera y dentro; todo tiene sus marcas; todas las cosas suben y bajan; la oscilación del péndulo se manifiesta en todo; la medida de la oscilación hacia la derecha es la medida de la oscilación hacia la izquierda; el ritmo compensa».  El Principio del Ritmo – 5ta. Ley Hermética. El Kybalion.

    Los ciclos cósmicos. Grabado antiguo.

    En esta nueva entrega, tengo el gusto de presentar a mis lectores y amigos, un breve trabajo de investigación acerca del significado de nuestro actual Ciclo Cósmico (el cual está llegando a su fin), y las importantes consecuencias que esto ocasiona tanto a nuestra individualidad como a la Humanidad.    No es una ninguna casualidad que  estén sucediendo desde hace décadas, pero con más intensidad en nuestros actuales días, una serie de acontecimientos socio- politicos, culturales, morales, sanitarios, que no tienen parangón en la historia moderna de la Humanidad.

      A tal efecto y para un mejor entendimiento y seguimiento del cumpimiento de esta Ley Natural cíclica, dividiré mi presentación en tres (3)  partes.     La 1ra. parte (la que ahora os presento), es una breve introducción para el entendimiento de lo que  son los Ciclos Cósmicos y nuestro actual Manvantara (el séptimo), que nos servirá para una mejor comprensión de lo que significa el ingreso a la Nueva Era (la de Acuario) y sus consecuencias.   En la 2da. parte (que publicaré próximamente), expondré desde la visión astrológica el panorama que se nos  presentará en varios escenarios de vida (esto complementará los trabajos astrológicos que os he venido presentando en el transcurso de este año en este misma «web»).   Finalmente y en una 3ra. parte (que también publicaré en breve), os contaré mis apreciaciones acerca de los signos que se nos están presentando y que revelan la inminente llegada de un Nuevo Avatar.

     

    egún las doctrinas Tradicionales, pudieramos definir al Ciclo Cósmico como al conjunto de una serie de «fenómenos» y acontecimientos que se desarrollan en una relación tiempo-espacio determinada, entendiendo que este concepto de tiempo no es el exclusivamente convencional, sino el tiempo cosmológico o cualitativo, es decir, no se desarrollaría en una forma rectilínea o uniforme, sino en una forma cíclica.    Esto significa, que la manifestación Universal y con ella la de la misma Humanidad, se cumplió en el pasado y se cumplirá en el futuro en una forma siempre cíclica y no rectilinea, pero volviendo siempre este Ciclo al punto de partida,  tal y como así lo  expresan la mayoría de las tradiciones.

     No obstante, existe una constante en cada uno de estos Ciclos y es que en la medida que el mismo avanza, se va produciendo una decadencia espiritual cada vez mas pronunciada, hasta llegar a la materializacion más absoluta, que culmina en una disolución en forma de una verdadera atomización del Mundo o como lo llamaría R. Guenon, el «mundo de la multiplicidad«.    Este efecto tiene su Causa en que en cada Edad o Era  del ciclo, se va produciendo un alejamiento gradual del «estado primordial» o esencial que poseía el hombre Primordial, el cual estaba unido inalianablemente a un Principio de caracter Espiritual.  Este Principio, ya en la actualidad se ha casi perdido salvo en contadas excepciones que forman una élite de iniciados todavía existente,  los cuales serán los promotores del cambio hacia la Nueva Era que se nos avecina.

    Otras tradiciones Occidentales, incluyendo tanto a la Qabalah Hebrea como a la Cristiana, mantienen una concepción cíclica del devenir de los tiempos. Inclusive, ya en la parte exotérica, los mismos textos canónicos como el Apocalipsis y la epístolas de San Pablo, mencionan los «tiempos finales» y «el cielo nuevo y la tierra nueva».

    Según la Tradición Indo Oriental, el actual Ciclo Cósmico o Manvantara (Vaivasvata) en el cual nos encontramos sería el séptimo (ya habrían pasado seis), por lo cual faltarían siete (7) más para un total de 14, que conformarían un Kalpa, que viene siendo un solo dia en la Vida de Brahma o del Creador.

    Nuestro actual Ciclo Cósmico o Manvantara (y cualquier otro anterior o posterior), está dividido en 30 Eras, teniendo cada Era (ó casa astrológica ),  una duración aproximada de entre 2.000 a 2.160 años. Estó es así por que al menos en nuestro sistema solar, en la bóveda Celeste se mantienen en forma inalterable las mismas constelaciones y casas-signos astrológicos en un número de 12,  (12 casas x 30 eras= 360), que serían todos los grados de una circunferencia perfecta o el tiempo que la tierra emplea en su devenir por el sistema solar.

    De esta manera, podemos determinar que un Ciclo Cósmico o Manvantara estaría compuesto por 64.800 años (2.160 años x 30 Eras).

    1 era (casa-signo astrológico): 2.160 años.

    1 ciclo cósmico: 64.800 años (30 eras)=1 Manvantara.

    1 Kalpa: 14 Manvantaras (1 día de Brahma) que equivale a 907.800 años en el cual la Divinidad está «dormida» y todo lo que tiene que suceder, sucederá.

    1 Pralaya: Un número aun indeterminado de Kalpas. Es a su finalización cuando Brahma «despierta».

    El Pralaya representa la medianoche cósmica, es el  momento del «final» de los tiempos en el que el Cosmos se repliega sobre sí mismo, diluyendo de nuevo  lo creado en un vacío que lo contiene todo.   Hay una ley en el Universo que hace que los periodos de actividad o manifestación (Manvantaras) se alternen con periodos de inactividad o sustracción (Pralayas) en un infinito devenir de Creación de Mundos y Universos, concepto de dificil entendimiento al ser humano.   Esta alternancia se aplica en los diferentes grados del Universo, tanto en el macrocosmos, como en el microcosmos, ya que «como es arriba es abajo y como es abajo es arriba».

    Pero comenzemos desde la «segmentación» espacio-temporal más elemental de la que acabamos de hablar o la Era (casa astrológica), para un mejor entendimiento.

    La Era astrológica se origina del movimiento de precesión de los equinoccios (que es la escuela de la astrología Sideral).  Este movimiento de precesión (nutación) es otro diferente pero adicional,  al de traslación y rotación de la tierra.     Para entenderlo mejor, imaginemos que la tierra es como un gran trompo inclinado, que gira en un circulo con una duración de aproximadamente 25.920 años.    Este circulo fue dividido por los antiguos caldeos (inventores de la astrologogia), en 12 partes representadas por los 12 signos del zodiaco (Eras).    Si como vimos anteriormente, cada casa-signo dura aproximadamente 2.160 años y lo multiplicamos por las 12 casas-signos del zodiaco,  nos arroja esta duracion del horoscopo sideral de 25.920 años o «Gran Año».   En el transcurso de ese ciclo, el punto vernal (o punto de Aries), recorre en movimiento retrógrado los doce signos zodiacales dando lugar a esos determinados periodos o eras de 2.160 años que acabamos de ver, en los que se modelan ciertos y determinados valores socio-culturales (dados por los planetas personales y sociales alli esxistentes) y algunas tendencias psicológicas colectivas únicas (dados por los planetas tras personales o generacionales), que estarían simbolizadas por el signo zodiacal sideral de cada periodo en cuestión.

    Visto el concepto de Era, pasamos ahora a disgregar el Ciclo Cósmico o Manvantara.  

    Nuestro actual Ciclo Cósmico comenzó en el año 62.800 A.C. y finalizará en este año 2.020 D.C.  en un punto de inflexión que tendremos este mes de Noviembre y cuyo estudio astrológico,  será precisamente el contenido de la II parte de mi trabajo y que publicaré muy en breve.

    Pero volviendo a la duración del Ciclo, y si dijimos que el mismo tiene una permanencia de 64.800 años y que el nuestro comenzó  aproximadamente 62.780 años A.C., implica que la diferencia es de 2.020 años, periodo de tiempo transcurrido desde el nacimiento del  mayor Avatar de nuestra era, Jesus de Nazaret.     Este punto será tratado en la parte  3ra. de esta investigación, ya que este mes de Noviembre de 2020, marcará un antes y un después de extrema importancia para la Humanidad.

    Estas Eras y períodos internos de nuestro actual Manvantara, se articulan en 4 diferentes Yugas  (en el marco del hinduismo un Yuga o iuga – ‘Era’ en sánscrito – es cada una de las cuatro eras en la que está dividido un maja Iuga o ‘gran era’).     A su vez, cada uno de esos Yugas está compuesto por un numero determinado de Eras o casas-signos que en la medida en que avanza el tiempo se va estrechando cada vez más la duración de cada Yuga,  indicando con ese devenir su inminente final.    Esto significa en la práctica, que en la medida en que se acerca el final de cada Ciclo, los Yugas se presentan con una MENOR duración temporal pero con una MAYOR  intensidad en la magnitud de sus eventos, sean estos de catacter natural, social o sanitario.

    1er. Yuga (Krita o edad de oro) = 12 Eras o casas astrológicas.

    2do. Yuga (Trita o edad de plata) = 9 Eras o casas astrologicas.

    3er. Yuga (Dwapara o edad de bronce) = 6 Esras o casas astrológicas.

    4to. Yuga ( Kali o edad de hierro) = 3 Eras o casas astrológicas.

    Es muy importante destacar, que cada una de esas «capas»  o Eras  las cuales están claramente identificadas con su respectivo signo astrologico y descienden en la proporcion de el número Sagrado 3.   También el lector observará que se encuentran clasificadas en grupos de tres (ver gáficos de más abajo), lo cual no podría ser de otra manera,  toda vez que la cuadriplicidad astrológica (signos Cardinales (C), Fijos (F) y Mutables (M) así lo establecen) en cada una de sus agrupaciones.    También es importante apreciar que cada uno de esos Yugas, siempre comienza con un signo Fijo (F) lo cual indica un período de estabilidad en cada uno de sus inicios y terminan en uno Mutable (M), que indica un periodo de cambio y adaptabilidad.

    Para que podamos tener una idea en la temporalidad de la ubicación de nuestro actual Manvantara (estamos en el 7mo. como indicamos al principio), el «Homo Sapiens» ya vivía en este Planeta hace 195.000 años ( hace 3 Manvantaras aproximadamente). 

    Cronología del 7mo. Manvantara actual  (64.800 años);

    Krita-Yuga(Edad de Oro)   25.920 años (12 eras) – 62.800/36.880 a.C.

    Tambien llamado Yatya-Yuga, es el período de oro de la humanidad y el principio de este ciclo cósmico, también fué el de más larga duración.  El método de liberación espiritual en esta primera Era fué el dhiana ‘meditación’.   En este Yuga más elevado, todas las personas podían experimentar la espiritualidad por intuición directa.  El velo entre los reinos de lo material y lo transcendental era casi transparente, porque era un período libre de cualquier tipo de infelicidad o miseria.  Todos eran Santos y las ceremonias «religiosas» estaban dirigidas a un mismo fin.  A este período deberá arribar la humanidad en el principio de un nuevo Ciclo Cósmico.

    Tretâ-Yuga (Edad de Plata) 19.440 años (9 eras) –  36.880/17.440 a.C.

    En este edad de plata, comienza el ritmo cíclico de decadencia.  Es la edad en donde el acercamiento a la Divinidad se efectúa en base a ritos y ceremonias ya sean estos de caracter mágico o religioso.  El método de liberación espiritual es el iagñá ‘sacrificio de animales en un altar’. 

    Dwâpara-Yuga(Edad de Bronce) – 12.960 años (6 eras) – 17.440/  4.480 a.C.

    En este Yuga, el método de liberación espiritual es archana ‘adoración de ídolos’. La decadencia espiritual continua su caida, es la edad de las dudas.

    Kali-Yuga (Edad de Hierro) –   6.480 años (3 eras) –  4.480/  2.000 d.C.

    «En el kali-iuga, habrán numerosos gobernantes luchando por el poder. Ellos no tendrán carácter. La violencia, las mentiras y la inmoralidad estarán a la orden del día. La piedad y la naturaleza del bien se desvanecerán lentamente. La pasión y la lujuria serán la única atracción entre los sexos. Las mujeres serán objetos de placer sexual. La mentira será la línea límite de subsistencia. La gente culta será ridiculizada y puesta en vergüenza; en el mundo la ley del más rico será la única ley».
    El  Vishnú puraná.

    Con esta descripción que nos hace este texto Sagrado del Hinduísmo, podemos hacernos una clara idea descriptiva de la época que estamos viviendo, y nada mas lejos de la realidad.   No sólo estos textos nos describan de esta manera el Kali-Yuga, sino también otros textos Sagrados del Cristiniamos (Apocalipsis) y algunas Suras del Corán.  

    Estamos sumergidos en la Era del conflicto, de la confusión y de la multiplicidad. Una Era de guerras, odios, conflictos, caída de las instituciones obsoletas (ya sean éstas de caracter religioso o político) y de debilitamiento de los principios morales. Tiempos de pandemias que cada vez se hacen más virulentas y de mas dificil control (no perdamos de vista que la pandemia del cólera fue apenas hace 200 años y ahora se repite en forma cíclica bajo el covid-19), arrojando en ambos casos,  una mortandad significativa a pesar de los avances científicos de cada época.

    No obstante, en algún momento cercanó llegará a su fin para dar paso a una nueva Era, en la cual se gestará el inicio de un nuevo Manvantara o Ciclo Cósmico.       Estos cambios no son repentinos (por eso tal vez no se notan de golpe), por el contrario se gestan muy lentamente en una sucesión de acontecimientos cada ve más lamentables y alejados de la Primordialidad que nos caracterizó en la Edad de Oro.

    Cronología del «Kali-Yuga » o «Edad de Hierro» actual  (disgregación de sus estapas);                      

    Sandyhâ (crepúsculos)

    Edad de Oro – 4.480 a.C. / 1.888 a.C. –  4.480 a.C.  /  4.156 a.C.

    Edad de Plata – 1.888 a.C.  /     56 d.C.

    Edad de Bronce – 56 d.C. / 1.352 d.C.

    Edad de Hierro –  1.352 d.C. / 2.000 d.C. – 1.676 d.C. / 2.000 d.C.

    Actualmente nos encontramos en plena transición de la Era de Piscis a la Era de Acuario, una transición que según todos los indicios,  debió iniciarse a principios del siglo XX y que tendrá un importante punto de inflexión el año 2020, especificamente a finales de este año (Noviembre), dadas las muy especiales condiciones astrológicas que se presentarán. 

    No obstante, este será el contenido de mi próxima entrega la cual os pido no dejéis de leer.

    Abrazo de verdadera Luz para todos.

    Om Mani Padme Hum

     

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    El Arcángel Miguel y su interpretación esotérica

    “Y en aquel tiempo se levantará Miguel, príncipe Grande, que es el defensor de los hijos de tu pueblo, porque vendrá un tiempo tal, como nunca se ha visto desde que comenzaron a existir las naciones hasta aquel día y muchos de aquellos que duermen en el polvo de la tierra, despertarán; unos para la vida eterna y otros para la ignominia…” Daniel XII: 1, 2.

    egún nuestro actual calendario Gregoriano, recientemente (el 29 de septiembre) se conmemoró el día de San Miguel Arcángel.  No obstante, esto no deja de ser una fecha establecida bajo una visión exotérica, toda vez que de acuerdo a lo comunicado por las fuerzas celestes de nuestro sistema Solar, la especial influencia energética de este Arcángel está dirigida y definida compartiendo los signos de Capricornio y Acuario (regidos por Saturno), y que se encuentran comprendidos desde el 26 de Diciembre al 3  de febrero.

    Miguel,  (Mijael-Mikael). (MYKAEL), מיכאל en árabe, ميخائيل (Mījā’īl); en griego antiguo, Μιχαήλ Mijaíl; en latín, Michael o Michahel,  posee el calificativo de  «Quien como Dios»  ó «Semejante a Dios«,

    • Mi (מִי) = ¿quién?
    • kha (כָ) = como
    • El (אֵל) = Dios

    También se le concibe como Jefe de los «ejércitos» de Dios y un  guerrero espiritual, lo cual nos da una idea de su elevado grado.   Se le puede invocar bajo el código numérico 613 y la gematria de su nombre en Hebreo es 101 (2).     

    Se le menciona en diversos pasajes de la Biblia cristiana y también en algunos textos sagrados de otras religiones,  ya que su gran poder (recordemos que los Arcángeles y Ángeles son personificaciones de energías Universales), está relacionada con las fuerzas del Sol y del Fuego, elementos que intervinieron en la primeras etapa de la creación (para los que sean creacionistas ó formación para los que no lo sean), del Universo, específicamente el 2do día que fué el Germen del Cuerpo Vital, otorgado por los SEÑORES DE LA SABIDURíA.

    Sello Mágico del Arcángel Miguel.

    Desde el punto de vista exotérico y considerando que el Arcángel Miguel fue uno de los tres Ángeles que anunciaron el nacimiento de Isaac (junto con los Arcángeles Gabriel y Rafael) y protegió al pueblo de Israel durante su marcha por el desierto, actualmente el judaísmo lo invoca  como guardián de sus sinagogas.  En la liturgia del Yom Kipur,  el sermón termina con las palabras:

    Miguel, príncipe de misericordia, orad por Israel”. 

    En los textos de el Talmud, su relación con los otros ángeles se compara a la del Sumo Sacerdote con el pueblo de Israel,  de la misma forma que el arcángel Miguel habría sido el interlocutor inmediato de Moisés en el monte Sinaí

    La veneración del Arcángel Miguel en el Cristianismo (es el Arcángel protector de la Iglesia católica), se basa en su mayor parte en lecturas del Nuevo Testamento y haciendo referencia a las que se refieren a él en el Antiguo Testamento,  en el Apocalipsis se lee:

    «Hubo un gran Combate en los cielos. Miguel y sus Ángeles lucharon contra el Dragón. También el Dragón y sus ángeles combatieron, pero no prevalecieron y no hubo ya lugar en el Cielo para ellos. Y fue arrojado el Dragón, la Serpiente antigua, el llamado Diablo y Satanás, el seductor del mundo entero; fue arrojado a la tierra y sus ángeles con él.» (Apocalipsis 12, 7-9)

    En la Menorah, Miguel está situado en el brazo extremo izquierdo y se identifica con el planeta Mercurio y la sephira Hod.                      

    Miguel Arcángel está rodeado de un muy profuso simbolismo qabalistico y esotérico.   

    Desde el punto de vista qabalistico y del Árbol de la Vida, Miguel está representado por la sephira Hod (HVD) הודד  la cual significa la Gloria y el Esplendor, la vía de iluminación a través de la mente, mente concreta e intelecto, esoterismo y magia, estudio, razón. 

    De los 7 cielos, pertenece al 2do.Cielo, que es el de los Ángeles Mensajeros, de las 4 regiones inferiores del Mundo o Cuerpo de Pensamientos (Campo Mental) y controlador de los archivos akásikos y del conocimiento Universal.

    Dentro de la Qabalah Hebrea, Miguel tiene una estrecha correspondencia con los 5 Mundos (4 mundos y un sub mundo) en los cuales se subdivide en el Árbol de la Vida la creación, a saber;

    SENDEROS EN ATZILUTH (Mundo ARQUETIPICO- Plano Espiritual) אצילות. Pertenece al grupo de los ELOJÍN / ZEBAOT (Elohim Tzabaoth) אלהים עבות siendo su color el morado.   Gematria:646+499=1145 (2).   Apreciar el árbol a la izquierda en su sephira Hod, mundo 1ro.

      

     

      SENDEROS EN «BRIATH». Creativo. 7 días del Génesis (Mundo CREATIVO- Plano Mental.)  En este mundo, se le asimila a su propio nombre como el Arcángel Mijael  מיכאל ya que son las fuerzas Arcangelicales las que mueven este Mundo.
    Este plano  de Consciencia está asignado al MENTAL  a los  AGNI y Agniswattas, que son Omnipotencia, perfección, fe y voluntad.   Su punto cardinal, elemento, estación son:  Sur-Este / Merion-Oriente / Invierno, por lo que su ubicación como  símbolo debería cumplir con lo anterior, allí donde lo presentemos.  Día de la semana: Miércoles.  Su color es el anaranjado, (ver en el árbol a Hod, mundo 2do).

    SENDEROS EN «YETZIRATH» . Mundo Formativo / Emocional,   (Mundo Formativo- Plano Astral). En este plano, Miguel se encuentra en correspondencia con los coros de Ángeles ó Beni Elohim. (BNY ALHYM) במי אלהם   gematria: 52+ 636=688.    Estos Ángeles son los hijos de los Dioses,  encargados de la construcción del mundo físico.    Poseen contacto telepático con los humanos.  Su color es el rosado y en este plano, lo ubicamos en la sephira  del gráfico de al lado.    Sub plano de existencia: 6to.,  zonas de intercomunicación, de sensibilidad y de imaginación creadora.

    SENDEROS EN «ASSIAH». Plano Sensible (Mundo Físico – la materia).  En este Mundo mas denso, se hace referencia al cuerpo celeste (planeta) que identifica a este Arcángel, siendo el mismo Mercurio (Kojak כוכב ) y se identifica con la sephira Hod del Árbol de al lado. 

    En el mundo de las fuerzas elementales o sub-planos, lo catalogaríamos asociado a las fuerzas del  6to. DEVA. Las hadas y Ondinas del Agua.

    Miguel tiene bajo su tutela y consejo a la alta jerarquía de los Arcángeles y a un selecto grupo de Ángeles, función que comparte con Metatrón y que fuera dada directamente por Dios.   Estos Ángeles, estarían identificados con los Nombres de Dios del 57 al 64 (de 72), Y-YH-AHYH-YHVH (72) ó Semhamforah y que mencionamos a continuación: Nemamiah, Yeyael, Harajel, Mitzrael, Umiabel, Yahhel, Anauel, Mejiel.

    Otra correspondencia hermética y Qabalistica del Arcángel Miguel, es la especial relación del mismo con la letra sagrada del alefato REISH – RESH ר , siendo el Ángel Reshel (RYShAL). Gem:. 541 (1) el que está bajo su mando para las influencias de esta letra.   Al estar esta letra del alefato regida por nuestro Astro rey, el Sol, es por lo que en algunos casos,  se le atribuye a ésta luminaria la regencia del Arcángel, la cual sería compartida como su fuente de su particular poder, conjuntamente con Mercurio y Saturno.

    El Rayo ó Llama que se desprende de su espada (corriente de energía), según St. Germain y también según mi   propia creencia, es la 2da llama o azul. 

    Por otro lado y según la tradición Indo Oriental, la era de nuestro  7mo. Manvantara (Chatur Yuga). (14.000 años s/ St. Germain) es en la cual Miguel inicia el desarrollo de su su acción.  Es la era 4ta. del Dwapara-Yuga, en donde las dudas y la  pérdida del sentido de la Divinidad empezaron a erosionar nuestro espíritu.   De ahí su importante labor en estos momentos de oscuridad en la humanidad y que darán paso a la Luz. 

         En este sentido, el Arcángel Miguel es ante todo el enemigo de Satanás,  el cual está personificado en nuestro plano,  por la fuerza de Adremelej (en ocasiones Samael).   Y como todo en el Universo está sujeto a la Ley hermética o principio de la dualidad,  existe la contrapartida a la Luz emanada de Miguel.   Esta energía de la oscuridad estaría agrupada en el  OVLM HAShIH, (Olam Ha-Assiah)- Quinto Mundo  (sub-mundo), ה עשיה, perteneciente a los 72 Demonios del Rey Salomón & Qlipoth. 

    El Qliphoth (demonio o ser de la oscuridad)  de la sephira Hod,  en el reino de la mente está identificado por la mentira, la astucia o el engaño.  Al mismo tiempo, el demonio de Hod se correlaciona con las ideas de inconstancia, vacilación, falta de determinación y de las fluctuaciones negativas de nuestra mente. El Qliphoth de Hod se llama también  ‘ Samael ‘, que se puede traducir como ‘ The Deceitful Ones’ (alemán, ‘ Die Täuscher ‘) o ‘ Poison of God ‘ (en alemán, ‘ Das Gift Gottes’‘).   

    Sello Adremelej

    Paradójicamente, el Arcángel Miguel también es el Ángel de la muerte ya que se afirma que le ofrece a las almas la oportunidad de redimirse antes de morir.  Otra labor es la de pesar las almas en una balanza perfecta en el día del Juicio Final, es por eso que se le compara con Anubis de la Mitología egipcia.

    En alquimia, su simbología es el Fuego .

    Finalmente y haciendo referencia a las mancias que interpretan su influencia, vemos que en el Tarot está representando por los cuatro ochos; ocho de bastos, ocho de copas, ocho de espadas y ocho de oros.

     

               

        

       

    Y en la Runas, es Sowilo / Sigel (Fuerza del Sol y del fuego,vida,Poder, fuerza,vitalidad y acción, totalidad, integridad, energía vital, naturaleza). 

    En su relación con la anatomía humana  y a efectos terapéuticos, su correspondencia sería con los pulmones y el sentido del gusto. Su gema es la alejandrina y el topacio, ideales para la terapia e invocación de este Arcángel.

    Dentro de sus correspondencias con los cuerpos etéricos ó auras, el Arcángel Miguel está especialmente contenido en el 4to cuerpo ó Mental, indispensable para lograr la comunicación con El.   Sus cualidades serían:  Comunicación, Verbo, pensamiento superior, fenómenos telequinéticos,  hipnosis, etc.

    Despidámonos de esta especial fuente de Energía Divina y Poder, con la siguiente oración:

    «San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha.Sé nuestro amparo contra la perversidad y las acechanzas del diablo. Que Dios manifieste sobre él su poder, esa es nuestra humilde súplica; y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, con la fuerza que Dios te ha conferido, arroja al infierno a Satanás y a los demás espíritus malignos que vagan por el mundo para la perdición de las almas.»