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El Simbolismo Hermético del Pentagrama y el Pentagramaton.

  El Pentagrama, es una figura geométrica en forma de  estrella pentagonal, también conocida como, pentáculo, pentalfa, pentángulo y también como «estrella pitagórica».

Este icono distintivo de la escuela pitagórica, contiene un conjunto de relaciones geométricas, que descubiertas por los integrantes de esta escuela-fraternidad iniciática, concluyeron en el hallazgo de una proporción muy especial,  allá por el año 500 A. C.   

 La palabra pentagrama proviene del griego clásico: penta=»cinco y gramma=»lo que está escrito. »  En total, son cinco líneas muy particulares, entre otras razones, por tener un trazado unicursal, ya que dicha figura pentagonal se puede trazar por el movimiento de un punto sin pasar dos veces por el mismo lado.   

Al mismo tiempo, es capaz de esconder entre sus líneas el número de la «proporción áurea» phi 1,618 (Luca Pecioli).   Éste número, que algunos hermetistas lo consideran como «sagrado», siempre se encuentra presente en los objetos geométricos en los que exista una simetría pentagonal, bien sea porque sean pentágonos, o bien sea  porque aparezca la raíz cuadrada de cinco. Además y como detalle de su infinitud,  es posible dibujar una nueva estrella en su interior, manteniendo las proporciones, con una repetición hasta el infinito.    También contiene intrinsecamente elementos matemáticos como la sucesión de Fibonacci, la espiral logarítmica, fractales y logaritmos, entre muchos otros, y por ello tiene relación con la naturaleza misma, en su génesis y evolucióm

Desde aquella epoca, se le ha venido dando un uso al mismo tiempo místico-mágico y por otro lado científico. En la «magia blanca» el pentalfa o pentáculo con su punta hacia arriba suele significar al ser humano y los aspectos mágicos «constructivos» que el mismo contiene en su  cuerpo y en su espíritu. Se asocian Planetas, signos zodiacales, letras del alefato hebreo, etc.

 

 

También simboliza  los cinco elementos del Universo (fuego, tierra, aire, agua, eter) y muchas otras connotaciones inherentes a la qabalah, que serían objeto de un extenso tratado específico. 

Según los conocimientos heredados de la tradición recibida, este símbolo geométrico representa  la unión sagrada de la materia y el espíritu, recorriendo  todos los mundos del Árbol de la Vida qabalistico.  Para ello, en cada uno de sus ángulos estarían representados los cinco elementos: tierra, agua, fuego, aire y eter.  El filósofo y pensador Tales de Mileto defendió como Principio a el agua. Posteriormente, Anaxímenes consideró el elemento aire.   Heráclito: el fuego, y posteriormente Jenófanes: la tierra. Los pitagóricos, sabios a fin de cuentas, añadieron el concepto del «quinto elemento», que Aristóteles acabó denominando la «quinta esencia» o Éter, la cual es la substancia más sutil de todos lo elementos y solo entendible en los mundos más elevados tanto material como espiritualmente.

En Egipto, la estrella de cinco puntas encerrada en un círculo representaba, dentro de su mitología, la Senda del Duat o Mundo de los Muertos, siendo en realidad la estrella Sirio-Sothis.  La ilustración de la izquierda , se encuetra en la tumba del rey Seti I.  En la misma, aparece la diosa Sopdet con la estrella que la caracterizaba, denominada Sothis «Brillante del año nuevo” antes mencionada. Hace alusión a una de las fases de la existencia, como lo es  la muerte, considerada como una etapa de transición dentro de la existencia, en la que nos adentramos  en otro mundo o dimensión  antes de vislumbrar la luz de una nueva vida.

En la tradición hebrea, se asociaba con los cinco libros del Pentateuco; los primeros cinco libros del Antiguo Testamento. 

Durante la Edad Media se dibujaron elaborados pentalfas,  para luego sobre ellos, dibujar las figuras humanas. Esto puede corroborarse en el célebre grabado de Leonardo Da Vinci, «El Hombre del Vitrubio». 

En la denominada «magia inversa» (para no pronunciar el nombre del color que la representa, ya que el verbo opera peligrosamente), este mismo pentagrama con la punta hacia abajo,  invoca energías de la «oscuridad», que no son objeto de tratar aquí.  El mismo adopta también la forma de un polígono “estrellado” de cinco vértices.  Sin embargo, algunas grupos  «satánicos» adoptan esta variante del pentagrama con connotaciones innecesariamente denominadas como «negativas», al estar asociadas sus tendencias predominantemente materialistas, egoístas e individualistas de las que se alimenta el símbolo en cuestión.

No obstante y dentro de este breve artículo, podemos resumir mencionando que el pentáculo se  convirtió en un símbolo de conocimiento, unión y síntesis y sobre todo de caracter mágico. Es muy importamte mencionar que esta imagen simbólica,  no requiere  de ningún  proceso intelectual o regido por la estricta razón para su comprensión. El mismo se enfoca directamente a los rincones más inaccesibles de la psique humana siendo asimilada, inconscientemente y solo por medio de la inteligencia del corazón (intuición), de una forma integral, evocando internamente vivencias ancestrales que, como diría C. Jung, están depositadas en el Inconsciente Colectivo de toda la Humanidad.

El Pentagramaton.

Por correspondencia hermética (eminentemente de caracter qabalístico) y como derivación del Pentagrama en su elevacion mas sublime, fue creado el Pentagramaton (en griego: πενταγράμματον) o Yahshuah (hebreo: יהשןה) el cual incluye en sus vértices esta palabra en un orden pre establecido y de compleja explicación.  

Es comúnmente conocido como otra forma para nombrar a Jesús de Nazaret, originalmente conocido como Yeshua del hebreo: ישןע, el cual a su vez es una forma bíblica hebrea de Josué, siendo común entre los judíos del segundo templo, mencionándose inclusive en los recientemente encontrados manuscritos del mar muerto. La inclusión de esta palabra en el pentagrama, confiere al mismo una connotación mucho más poderosa y especial.  

Pentagramaton hermético de      Stanisla de Guaita (La Cief de la  Magie Noire de 1897).

El nombre Yahsuah, lo podemos encontrar originalmente en las obras de Henry Cornelius Agrippa (1531), Athanasius Kircher, Johann Baptist Grossschedel (1619), también en otras fuentes eminentemente esotéricas del Renacimiento tardío. 

 Los primeros en utilizar con más frecuencia el nombre de Jesús como «Yahshuah» fueron qabalistas y ocultistas del Renacimiento en la segunda mitad del siglo XVI, cuando el conocimiento del hebreo bíblico comenzó a difundirse entre un número significativo de cristianos, a ciertos círculos esotéricos u ocultistas. 

Por intuición mística, se les ocurrió  derivar el nombre hebreo de Jesús añadiendo la letra hebrea shin ש, la cual es una letra  Madre y simboliza (en este caso de connotación qabalística) al elemento fuego , el cual es el impulsor de la Creación, en medio del nombre divino del Tetragramaton (יהןה),  para producir la forma יהשןה (Yahshuah).   Al incluir esta letra madre en medio del nombre simbolizando el elemento fuego, Yeshua (Jesús) pasa a convertirse en Yahshuah que es “el Espíritu de Dios”. 

Esta afirmación tiene una base qabalística cierta, si aplicamos gematria.  El Tetragramaton (יהןה) está compuesto por los siguientes valores:  י = 10, ה=5, ן=6, ה=5  lo que nos da como resultado 26.   Según el Sefer Sefirot (libro de los números), este valor adquiere varios significados como lo son: “Jehovah”, el “Nombre Inalterable” e inclusive la “Palabra Perdida”, esta última de evidente connotación masónica.   

Si a esta Palabra le insertamos en medio de ella (entre la letra He ה y la letra Vav ן), la letra madre Shin ש, al tener la misma un valor gemátrico de 300, nos da sumado al anterior un valor de 326, que según el mismo Sefer Sefirot nos significa el mismo nombre de Jesús, pero ahora revestido o convertido al significado del “Espíritu de Dios”.   

El incluir esta letra shin ש  en medio de la He ה  y de la Vav ן, no es producto del capricho o del azar. 

La letra He ה en el tarot, está simbolizada por el arcano mayor el “Emperador” el cual representa el poder temporal o material (el elemento tierra ) , mientras que la letra Vav esta simbolizada por el arcano mayor    “sumo sacerdote” el cual es el “poder espiritual” o sacerdotal en la tierra (elemento aire ).  En medio de ellas el elemento fuego   impulsador y rector de los dos anteriores.

 

 

 

 

 

Más tarde, a esta palabra se le dio una transliteración latina básica JHSVH o IHSVH o IHSUH (ya que no había ninguna letra «W-V» o sh / [š] en latín, y «I» y «J» aún no se distinguían claramente como letras del alfabeto , ni tampoco «U» y «V»).  No por coincidencia, las tres primeras letras de esta transcripción consonántica IHSVH, etc. eran idénticas al antiguo monograma IHS/JHS del nombre de Jesús (del griego iota-eta-sigma).

En las obras ocultistas del Renacimiento, este Pentagramaton (o Nombre Divino de cinco letras), frecuentemente y como mencionamos, estaba dispuesto alrededor de un pentagrama místico, donde cada una de las cinco letras hebreas  estaba colocada en uno de los puntos (la letra shin ש siempre estaba colocada en el vértice del pentagrama que apunta hacia arriba al significar el elemento rector fuego y en algunos casos el elemento eter).

Uno de los primeros ejemplos atestiguados de este diagrama se encuentra en el Calendarium Naturale Magicum Perpetuum o «Calendario Mágico» (publicado en 1620 pero fechado en 1582) de Theodor de Bry (alemán nacido en flamenco, 1528-1598) o Matthäus Merian el Anciano (1593–1650).  La idea del pentagramaton fue especialmente ensalzada hacia el ocultismo moderno por el escritor y qabalista-ocultista francés del siglo XIX Eliphas Levi y la influyente Orden Hermética de la Aurora Dorada de finales del siglo XIX. La Aurora Dorada favoreció la transcripción consonántica IHShVH o YHShVH, y la pronunciación Yeheshuah.

Jakob Bohme fue el creador de este símbolo místico con los nombres de Jesús. En el mismo se puede observar una derivación desde em símbolo primordial de la Yod י en la cúspide, en su desarrollo hasta llegar, pasando por el Tetragramatón, hasta el Pentagramatón.

 

 

Astrólogo, Esoterista y Terapeuta Holístico por vocación y convicción. Ha realizado diversos estudios y cursos de la mano de reconocidos Maestros de estas disciplinas. Profesional graduado en el C.A.V. (Centro Astrológico Venezolano), E.S.T. (Escuela Superior de Tarot) y el Centro Internacional de Qabalah, en diversas ramas de la Astrología, Mancias (Tarot, Runas, Oniromancia), Radiestesia, Reiki, Angeologia y Qabalah Hebrea. Inscrito en la Federacion Española de Reiki y en la Sociedad Española de Astrología.

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