«Todo fluye, fuera y dentro; todo tiene sus marcas; todas las cosas suben y bajan; la oscilación del péndulo se manifiesta en todo; la medida de la oscilación hacia la derecha es la medida de la oscilación hacia la izquierda; el ritmo compensa». El Principio del Ritmo – 5ta. Ley Hermética. El Kybalion.
En esta nueva entrega, tengo el gusto de presentar a mis lectores y amigos, un breve trabajo de investigación acerca del significado de nuestro actual Ciclo Cósmico (el cual está llegando a su fin), y las importantes consecuencias que esto ocasiona tanto a nuestra individualidad como a la Humanidad. No es una ninguna casualidad que estén sucediendo desde hace décadas, pero con más intensidad en nuestros actuales días, una serie de acontecimientos socio- politicos, culturales, morales, sanitarios, que no tienen parangón en la historia moderna de la Humanidad.
A tal efecto y para un mejor entendimiento y seguimiento del cumpimiento de esta Ley Natural cíclica, dividiré mi presentación en tres (3) partes. La 1ra. parte (la que ahora os presento), es una breve introducción para el entendimiento de lo que son los Ciclos Cósmicos y nuestro actual Manvantara (el séptimo), que nos servirá para una mejor comprensión de lo que significa el ingreso a la Nueva Era (la de Acuario) y sus consecuencias. En la 2da. parte (que publicaré próximamente), expondré desde la visión astrológica el panorama que se nos presentará en varios escenarios de vida (esto complementará los trabajos astrológicos que os he venido presentando en el transcurso de este año en este misma «web»). Finalmente y en una 3ra. parte (que también publicaré en breve), os contaré mis apreciaciones acerca de los signos que se nos están presentando y que revelan la inminente llegada de un Nuevo Avatar.
egún las doctrinas Tradicionales, pudieramos definir al Ciclo Cósmico como al conjunto de una serie de «fenómenos» y acontecimientos que se desarrollan en una relación tiempo-espacio determinada, entendiendo que este concepto de tiempo no es el exclusivamente convencional, sino el tiempo cosmológico o cualitativo, es decir, no se desarrollaría en una forma rectilínea o uniforme, sino en una forma cíclica. Esto significa, que la manifestación Universal y con ella la de la misma Humanidad, se cumplió en el pasado y se cumplirá en el futuro en una forma siempre cíclica y no rectilinea, pero volviendo siempre este Ciclo al punto de partida, tal y como así lo expresan la mayoría de las tradiciones.
No obstante, existe una constante en cada uno de estos Ciclos y es que en la medida que el mismo avanza, se va produciendo una decadencia espiritual cada vez mas pronunciada, hasta llegar a la materializacion más absoluta, que culmina en una disolución en forma de una verdadera atomización del Mundo o como lo llamaría R. Guenon, el «mundo de la multiplicidad«. Este efecto tiene su Causa en que en cada Edad o Era del ciclo, se va produciendo un alejamiento gradual del «estado primordial» o esencial que poseía el hombre Primordial, el cual estaba unido inalianablemente a un Principio de caracter Espiritual. Este Principio, ya en la actualidad se ha casi perdido salvo en contadas excepciones que forman una élite de iniciados todavía existente, los cuales serán los promotores del cambio hacia la Nueva Era que se nos avecina.
Otras tradiciones Occidentales, incluyendo tanto a la Qabalah Hebrea como a la Cristiana, mantienen una concepción cíclica del devenir de los tiempos. Inclusive, ya en la parte exotérica, los mismos textos canónicos como el Apocalipsis y la epístolas de San Pablo, mencionan los «tiempos finales» y «el cielo nuevo y la tierra nueva».
Según la Tradición Indo Oriental, el actual Ciclo Cósmico o Manvantara (Vaivasvata) en el cual nos encontramos sería el séptimo (ya habrían pasado seis), por lo cual faltarían siete (7) más para un total de 14, que conformarían un Kalpa, que viene siendo un solo dia en la Vida de Brahma o del Creador.
Nuestro actual Ciclo Cósmico o Manvantara (y cualquier otro anterior o posterior), está dividido en 30 Eras, teniendo cada Era (ó casa astrológica ), una duración aproximada de entre 2.000 a 2.160 años. Estó es así por que al menos en nuestro sistema solar, en la bóveda Celeste se mantienen en forma inalterable las mismas constelaciones y casas-signos astrológicos en un número de 12, (12 casas x 30 eras= 360), que serían todos los grados de una circunferencia perfecta o el tiempo que la tierra emplea en su devenir por el sistema solar.
De esta manera, podemos determinar que un Ciclo Cósmico o Manvantara estaría compuesto por 64.800 años (2.160 años x 30 Eras).
1 era (casa-signo astrológico): 2.160 años.
1 ciclo cósmico: 64.800 años (30 eras)=1 Manvantara.
1 Kalpa: 14 Manvantaras (1 día de Brahma) que equivale a 907.800 años en el cual la Divinidad está «dormida» y todo lo que tiene que suceder, sucederá.
1 Pralaya: Un número aun indeterminado de Kalpas. Es a su finalización cuando Brahma «despierta».
El Pralaya representa la medianoche cósmica, es el momento del «final» de los tiempos en el que el Cosmos se repliega sobre sí mismo, diluyendo de nuevo lo creado en un vacío que lo contiene todo. Hay una ley en el Universo que hace que los periodos de actividad o manifestación (Manvantaras) se alternen con periodos de inactividad o sustracción (Pralayas) en un infinito devenir de Creación de Mundos y Universos, concepto de dificil entendimiento al ser humano. Esta alternancia se aplica en los diferentes grados del Universo, tanto en el macrocosmos, como en el microcosmos, ya que «como es arriba es abajo y como es abajo es arriba».
Pero comenzemos desde la «segmentación» espacio-temporal más elemental de la que acabamos de hablar o la Era (casa astrológica), para un mejor entendimiento.
La Era astrológica se origina del movimiento de precesión de los equinoccios (que es la escuela de la astrología Sideral). Este movimiento de precesión (nutación) es otro diferente pero adicional, al de traslación y rotación de la tierra. Para entenderlo mejor, imaginemos que la tierra es como un gran trompo inclinado, que gira en un circulo con una duración de aproximadamente 25.920 años. Este circulo fue dividido por los antiguos caldeos (inventores de la astrologogia), en 12 partes representadas por los 12 signos del zodiaco (Eras). Si como vimos anteriormente, cada casa-signo dura aproximadamente 2.160 años y lo multiplicamos por las 12 casas-signos del zodiaco, nos arroja esta duracion del horoscopo sideral de 25.920 años o «Gran Año». En el transcurso de ese ciclo, el punto vernal (o punto de Aries), recorre en movimiento retrógrado los doce signos zodiacales dando lugar a esos determinados periodos o eras de 2.160 años que acabamos de ver, en los que se modelan ciertos y determinados valores socio-culturales (dados por los planetas personales y sociales alli esxistentes) y algunas tendencias psicológicas colectivas únicas (dados por los planetas tras personales o generacionales), que estarían simbolizadas por el signo zodiacal sideral de cada periodo en cuestión.
Visto el concepto de Era, pasamos ahora a disgregar el Ciclo Cósmico o Manvantara.
Nuestro actual Ciclo Cósmico comenzó en el año 62.800 A.C. y finalizará en este año 2.020 D.C. en un punto de inflexión que tendremos este mes de Noviembre y cuyo estudio astrológico, será precisamente el contenido de la II parte de mi trabajo y que publicaré muy en breve.
Pero volviendo a la duración del Ciclo, y si dijimos que el mismo tiene una permanencia de 64.800 años y que el nuestro comenzó aproximadamente 62.780 años A.C., implica que la diferencia es de 2.020 años, periodo de tiempo transcurrido desde el nacimiento del mayor Avatar de nuestra era, Jesus de Nazaret. Este punto será tratado en la parte 3ra. de esta investigación, ya que este mes de Noviembre de 2020, marcará un antes y un después de extrema importancia para la Humanidad.
Estas Eras y períodos internos de nuestro actual Manvantara, se articulan en 4 diferentes Yugas (en el marco del hinduismo un Yuga o iuga – ‘Era’ en sánscrito – es cada una de las cuatro eras en la que está dividido un maja Iuga o ‘gran era’). A su vez, cada uno de esos Yugas está compuesto por un numero determinado de Eras o casas-signos que en la medida en que avanza el tiempo se va estrechando cada vez más la duración de cada Yuga, indicando con ese devenir su inminente final. Esto significa en la práctica, que en la medida en que se acerca el final de cada Ciclo, los Yugas se presentan con una MENOR duración temporal pero con una MAYOR intensidad en la magnitud de sus eventos, sean estos de catacter natural, social o sanitario.
1er. Yuga (Krita o edad de oro) = 12 Eras o casas astrológicas.
2do. Yuga (Trita o edad de plata) = 9 Eras o casas astrologicas.
3er. Yuga (Dwapara o edad de bronce) = 6 Esras o casas astrológicas.
4to. Yuga ( Kali o edad de hierro) = 3 Eras o casas astrológicas.
Es muy importante destacar, que cada una de esas «capas» o Eras las cuales están claramente identificadas con su respectivo signo astrologico y descienden en la proporcion de el número Sagrado 3. También el lector observará que se encuentran clasificadas en grupos de tres (ver gáficos de más abajo), lo cual no podría ser de otra manera, toda vez que la cuadriplicidad astrológica (signos Cardinales (C), Fijos (F) y Mutables (M) así lo establecen) en cada una de sus agrupaciones. También es importante apreciar que cada uno de esos Yugas, siempre comienza con un signo Fijo (F) lo cual indica un período de estabilidad en cada uno de sus inicios y terminan en uno Mutable (M), que indica un periodo de cambio y adaptabilidad.
Para que podamos tener una idea en la temporalidad de la ubicación de nuestro actual Manvantara (estamos en el 7mo. como indicamos al principio), el «Homo Sapiens» ya vivía en este Planeta hace 195.000 años ( hace 3 Manvantaras aproximadamente).
Cronología del 7mo. Manvantara actual (64.800 años);
Krita-Yuga – (Edad de Oro) 25.920 años (12 eras) – 62.800/36.880 a.C.
Tambien llamado Yatya-Yuga, es el período de oro de la humanidad y el principio de este ciclo cósmico, también fué el de más larga duración. El método de liberación espiritual en esta primera Era fué el dhiana ‘meditación’. En este Yuga más elevado, todas las personas podían experimentar la espiritualidad por intuición directa. El velo entre los reinos de lo material y lo transcendental era casi transparente, porque era un período libre de cualquier tipo de infelicidad o miseria. Todos eran Santos y las ceremonias «religiosas» estaban dirigidas a un mismo fin. A este período deberá arribar la humanidad en el principio de un nuevo Ciclo Cósmico.
Tretâ-Yuga – (Edad de Plata) 19.440 años (9 eras) – 36.880/17.440 a.C.
En este edad de plata, comienza el ritmo cíclico de decadencia. Es la edad en donde el acercamiento a la Divinidad se efectúa en base a ritos y ceremonias ya sean estos de caracter mágico o religioso. El método de liberación espiritual es el iagñá ‘sacrificio de animales en un altar’.
Dwâpara-Yuga – (Edad de Bronce) – 12.960 años (6 eras) – 17.440/ 4.480 a.C.
En este Yuga, el método de liberación espiritual es archana ‘adoración de ídolos’. La decadencia espiritual continua su caida, es la edad de las dudas.
Kali-Yuga – (Edad de Hierro) – 6.480 años (3 eras) – 4.480/ 2.000 d.C.
«En el kali-iuga, habrán numerosos gobernantes luchando por el poder. Ellos no tendrán carácter. La violencia, las mentiras y la inmoralidad estarán a la orden del día. La piedad y la naturaleza del bien se desvanecerán lentamente. La pasión y la lujuria serán la única atracción entre los sexos. Las mujeres serán objetos de placer sexual. La mentira será la línea límite de subsistencia. La gente culta será ridiculizada y puesta en vergüenza; en el mundo la ley del más rico será la única ley».
El Vishnú puraná.
Con esta descripción que nos hace este texto Sagrado del Hinduísmo, podemos hacernos una clara idea descriptiva de la época que estamos viviendo, y nada mas lejos de la realidad. No sólo estos textos nos describan de esta manera el Kali-Yuga, sino también otros textos Sagrados del Cristiniamos (Apocalipsis) y algunas Suras del Corán.
Estamos sumergidos en la Era del conflicto, de la confusión y de la multiplicidad. Una Era de guerras, odios, conflictos, caída de las instituciones obsoletas (ya sean éstas de caracter religioso o político) y de debilitamiento de los principios morales. Tiempos de pandemias que cada vez se hacen más virulentas y de mas dificil control (no perdamos de vista que la pandemia del cólera fue apenas hace 200 años y ahora se repite en forma cíclica bajo el covid-19), arrojando en ambos casos, una mortandad significativa a pesar de los avances científicos de cada época.
No obstante, en algún momento cercanó llegará a su fin para dar paso a una nueva Era, en la cual se gestará el inicio de un nuevo Manvantara o Ciclo Cósmico. Estos cambios no son repentinos (por eso tal vez no se notan de golpe), por el contrario se gestan muy lentamente en una sucesión de acontecimientos cada ve más lamentables y alejados de la Primordialidad que nos caracterizó en la Edad de Oro.
Cronología del «Kali-Yuga » o «Edad de Hierro» actual (disgregación de sus estapas);
Sandyhâ (crepúsculos)
Edad de Oro – 4.480 a.C. / 1.888 a.C. – 4.480 a.C. / 4.156 a.C.
Edad de Plata – 1.888 a.C. / 56 d.C.
Edad de Bronce – 56 d.C. / 1.352 d.C.
Edad de Hierro – 1.352 d.C. / 2.000 d.C. – 1.676 d.C. / 2.000 d.C.
Actualmente nos encontramos en plena transición de la Era de Piscis a la Era de Acuario, una transición que según todos los indicios, debió iniciarse a principios del siglo XX y que tendrá un importante punto de inflexión el año 2020, especificamente a finales de este año (Noviembre), dadas las muy especiales condiciones astrológicas que se presentarán.
No obstante, este será el contenido de mi próxima entrega la cual os pido no dejéis de leer.
Abrazo de verdadera Luz para todos.
Om Mani Padme Hum
2 Comments
Isbelis
Excelente , muy interesante, Graciass por compartirlo.
José Antonio Lasso Alcalá
Gracias Amiga. Te invito a seguir leyendo los próximos capitulos que van a llegar al fondo de este tema. Un abrazo.