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El final de nuestro actual Ciclo Cósmico y el inicio de la Nueva Era de Acuario.

Todo fluye, fuera y dentro; todo tiene sus marcas; todas las cosas suben y bajan; la oscilación del péndulo se manifiesta en todo; la medida de la oscilación hacia la derecha es la medida de la oscilación hacia la izquierda; el ritmo compensa.  El Principio del Ritmo – 5ta. Ley Hermética. El Kybalion.

Los Ciclos Cósmicos, grabado antiguo.

En esta nueva entrega, tengo el gusto de presentar a mis lectores y amigos, un breve trabajo de investigación acerca del significado de nuestro actual Ciclo Cósmico (el cual está llegando a su fin), y las importantes consecuencias que esto ocasiona tanto a nuestra individualidad en particular como a la humanidad en general.    No es una ninguna casualidad que estén sucediendo desde hace décadas, pero con más intensidad en nuestros actuales días, una serie de acontecimientos religiosos, socio- politicos, culturales, morales, sanitarios, que no tienen parangón en la historia moderna de la humanidad y que a todas luces, indican un cambio radical de paradigmas, forma de pensar e incluso fenómenos naturales.  Es sin lugar a dudas el ingreso a un nuevo Ciclo Cósmico y a una nueva Era, la de ACUARIO.

 La presente investigación, es una breve introducción al entendimiento de lo que  son los Ciclos Cósmicos y nuestro actual Manvantara (el séptimo), que nos servirá para una mejor comprensión de lo que significa el ingreso a la Nueva Era (la de Acuario) y las consecuencias que este acontecer ya está y estará reportando a la humanidad. 

A tal efecto y para una comprensión más global y detallada del tema, sugiero que el amable lector consulte algunos artículos precedentes que nos hemos publicado en este mismo medio  y que se titulan: 

«El final de nuestro Ciclo Cósmico y el inicio de una Nueva Era. (II parte: El punto de inflexión y los acontecimientos por venir desde una visión astrológica)». 8 noviembre, 2020  y «La venida del próximo Avatar y el inicio de una Nueva Era. (III parte)». 28 noviembre, 2020

Según la Doctrina Tradicional, podemos definir al Ciclo Cósmico como el conjunto de una serie de «fenómenos» y acontecimientos que se desarrollan en una relación tiempo-espacio determinada, entendiendo que este concepto de tiempo no es el exclusivamente convencional, sino el tiempo cosmológico o cualitativo, es decir, no se desarrollaría en una forma rectilínea o uniforme, sino en una forma cíclica.    Esto significaría, que la manifestación Universal y con ella la de la misma Humanidad, se cumplió en el pasado y se cumplirá en el futuro en una forma siempre cíclica, constante y no rectilínea, pero volviendo siempre este ciclo al mismo punto de partida,  tal y como así lo  expresan la mayoría de las Tradiciones.

 No obstante, existe una constante en cada uno de estos Ciclos y es que en la medida que el mismo avanza, se va produciendo una decadencia espiritual cada vez más pronunciada, hasta llegar a la materialización más absoluta, que culmina en una disolución en forma de una verdadera atomización del Mundo o como lo llamaría R. Guenon, el «mundo de la multiplicidad«.  De igual manera, dicha degeneración va acompañada de un decrecimiento de la duración en el tiempo de cada unos de estos ciclos parciales o Yugas, que por otra arte, se considera que influyen en la duración promedio de la vida humana.

Este Efecto tiene su Causa en que en cada Edad o Era  del ciclo, se va produciendo un alejamiento gradual del «Estado Primordial» o esencial que poseía el «Hombre Primordial«, el cual estaba unido íntimamente a un Principio de carácter Espiritual.  Este Principio, ya en la actualidad se ha casi perdido, salvo en contadas excepciones, gracias a una élite de iniciados todavía existente,  los cuales serán los promotores del cambio hacia la Nueva Era que se nos avecina y en la cual ya estamos en sus primeros inicios.

Otras tradiciones Occidentales, incluyendo tanto a la Qabalah Hebrea como a los pocos rescoldos del esoterismo Cristiano que han sobrevivido a nuestros días, mantienen una concepción cíclica del devenir de los tiempos.  Inclusive, ya en la parte exotérica, los mismos textos canónicos como el Apocalipsis y la epístolas de San Pablo, mencionan los «tiempos finales» y «el cielo nuevo y la tierra nueva».

Según la Tradición Indo Oriental, el actual Ciclo Cósmico o Manvantara o Manuantara (Vaivasvata) en el cual nos encontramos, sería el séptimo (ya habrían pasado seis), por lo cual faltarían siete (7) más para un total de 14, que conformarían un Kalpa, que viene siendo un solo dia en la Vida de Brahma o del Creador.

Nuestro actual Ciclo Cósmico o Manvantara (y cualquier otro anterior o posterior), está dividido en períodos de treinta (30) Eras, teniendo cada Era (o lo que en su equivalente astrológico se denominaría «Casa» astrológica ),  una duración aproximada de entre 2.000 a 2.160 años. Estó es así por que al menos en nuestro Sistema Solar, en la bóveda Celeste se mantienen en forma inalterable las mismas Constelaciones que son las mismas Casas-Signos astrológicos, en un número de 12  (12 casas x 30 eras= 360 grados), que serían todos los grados de una circunferencia perfecta o el tiempo que la tierra emplea en su devenir o eclíptica por el Sistema Solar.

De esta manera, podemos determinar que un Ciclo Cósmico o Manvantara estaría compuesto por 64.800 años (2.160 años x 30 Eras).  Los Manvantaras que conforman un Kalpa son catorce (14) y forman dos series septenarias de las que seis (6) ya han transcurrido (nos encontramos en el séptimo), faltando siete (7) más por venir.

1 Era (casa-signo astrológico): 2.160 años.

1 Ciclo Cósmico: 64.800 años (30 eras)=1 Manvantara.

Kalpa: 14 Manvantaras (1 día de Brahma) que equivale a 907.800 años terrestres aproximadamente, en el cual la Divinidad está «dormida» y todo lo que tiene que suceder, sucederá.

Pralaya (Vida de Brahma): Un número aun indeterminado de Kalpas (los expertos en la Tradición Indo Oriental afirman que son 36.000 Kalpas), que son unos 504.000 Manvantaras.   Es una «manifestación» o «vida» de Brahma. A su finalización es cuando Brahma «despierta». 

Este Pralaya representa la medianoche cósmica, es el  momento del «final» de los tiempos en el que el Cosmos se repliega sobre sí mismo, diluyendo de nuevo  lo creado en un vacío que lo contiene todo.   Hay una ley en el Universo que hace que los periodos de actividad o manifestación (Manvantaras) se alternen con periodos de inactividad o sustracción (Pralayas) en un infinito devenir de Creación o de Manifestación de Mundos y Universos, concepto de difícil entendimiento al ser humano.   Esta alternancia se aplica en los diferentes grados del Universo, tanto en el macrocosmos, como en el microcosmos, ya que «como es arriba es abajo y como es abajo es arriba».

Pero comencemos desde la «segmentación» espacio-temporal más elemental de la que acabamos de hablar o la Era (casa astrológica), para un mejor entendimiento.

La Era astrológica se origina del movimiento de precesión de los equinoccios (que es la escuela de la astrología Sideral).  Este movimiento de precesión es otro diferente pero adicional,  al de translación, rotación o nutación de la tierra, en su recorrido a través de la eclíptica.   

 Para entenderlo mejor, imaginemos que la tierra es como un gran trompo inclinado, que gira en un circulo el cual tiene una duración de aproximadamente 25.920 años, que es la duración del período de precesión.   Este circulo fue dividido por los antiguos Caldeos (inventores de la astrología), en 12 partes representadas por los 12 signos del zodiaco (Eras).    Si como vimos anteriormente, cada casa-signo dura aproximadamente 2.160 años y lo multiplicamos por las 12 casas-signos del zodiaco,  nos arroja esta duracion del horoscopo sideral de 25.794 a 25.920 años terrestres o «Gran Año».  

En el transcurso de ese ciclo, el punto vernal (o punto de Aries), recorre en movimiento retrógrado (sentido de las agujas del reloj), los doce signos zodiacales dando lugar a esos determinados periodos o eras de 2.160 años que acabamos de ver (25.920/2.160=12 eras o zodíacos), por lo que cada doces eras o casas astrológicas se nos repite una nueva era de acuario.  En estos período es que se modelan ciertos y determinados valores socio-culturales (dados por los planetas personales y sociales allí existentes) y algunas tendencias psicológicas colectivas únicas (dados por los planetas trans personales o generacionales), que estarían simbolizados por el signo zodiacal sideral de cada periodo en cuestión.

Visto el concepto de Era, pasamos ahora a disgregar el Ciclo Cósmico o Manvantara.  

Nuestro actual Ciclo Cósmico comenzó en el año 62.800 A.C. y finalizó en el año 2.020 D.C.  motivo por el cual, ya estaríamos, aproximadamente en un punto de inflexión y en la entrada de un nuevo Ciclo que coincide con una nueva Era de Acuario. 

Pero volviendo a la duración del Ciclo, y si dijimos que el mismo tiene una permanencia de 64.800 años y que el nuestro comenzó  aproximadamente 62.780 años A.C., implica que la diferencia es de 2.020 años, periodo de tiempo transcurrido desde el nacimiento del  mayor Avatar de nuestra era, Jesús de Nazaret.     Este punto fue tratado en mi publicación en este mismo medio, titulada: «La venida del próximo Avatar y el inicio de una Nueva Era. (III parte)». 28 noviembre, 2020   cuya lectura os recomiendo ampliamente. https://mundoholistico-consultores.com/la-venida-del-proximo-avatar-y-el-inicio-de-una-nueva-era-iii-parte

Estas Eras y períodos internos de nuestro actual Manvantara, se articulan en 4 diferentes Yugas  (en el marco del hinduismo un Yuga o iuga – ‘Era’ en sánscrito – es cada una de las cuatro Eras en la que está dividido un Maja-Luga o ‘gran Era’).     A su vez, cada uno de esos Yugas está compuesto por un numero determinado de Eras o casas/signos astrológicos que en la medida en que avanza el tiempo, se va estrechando cada vez más la duración de cada Yuga,  indicando con ese devenir, su inminente final y la progresiva degeneración de la humanidad.   

Esto significa en la práctica, que en la medida en que se acerca el final de cada Ciclo, los Yugas se presentan con una MENOR duración temporal pero con una MAYOR  intensidad en la magnitud de sus eventos, sean estos de caracter natural, social o sanitario.

1er. Yuga (Krita o edad de oro) = 12 Eras o casas astrológicas.

2do. Yuga (Trita o edad de plata) = 9 Eras o casas astrológicas. 

3er. Yuga (Dwapara o edad de bronce) = 6 Eras o casas astrológicas.

4to. Yuga (Kali o edad de hierro) = 3 Eras o casas astrológicas.

Es muy importante destacar, que cada una de esas «capas»  o Eras   están claramente identificadas con su respectivo signo astrológico y descienden en la proporción del número Sagrado 3.  

También el lector observará que se encuentran clasificadas en grupos de tres (ver gráficos de más abajo), lo cual no podría ser de otra manera,  toda vez que la cuadruplicidad astrológica (signos Cardinales (C), Fijos (F) y Mutables (M) así lo establecen) en cada una de sus agrupaciones.   

También es importante apreciar que cada uno de esos Yugas estaría marcado por una Modalidad de Signo; siempre comienzan (cada Yuga) con un signo Fijo (F) lo cual indica un período de estabilidad en cada uno de sus inicios y terminan en uno Mutable (M), que indica un periodo de cambio y adaptabilidad.

De igual manera, cada una de las Eras incluidas en cada uno de los Yugas, estaría también identificada por un signo zodiacal, un Planeta o Luminaria, un elemento de la naturaleza y un Principio energético que definirá la naturaleza específica y tendencia/comportamiento de cada Era.

Para que podamos tener una idea de temporalidad en la ubicación de nuestro actual Manvantara (estamos en el 7mo. como indicamos al principio), el «Homo Sapiens» ya vivía en este Planeta hace 195.000 años ( hace 3 Manvantaras aproximadamente). 

Pasemos ahora a desmenuzar la cronología y los características que revisten y revestirán a cada una de las Eras y Edades;

 

CRONOLOGÍA DEL SEPTIMO MANVANTARA (ACTUAL) – 64.800 años.

Krita-Yuga – (Edad de Oro)   25.920 años (12 eras) – 62.800 A.C. al 36.880 A.C.

También llamado Yatya-Yuga, es el Período de Oro de la humanidad y el principio de este ciclo cósmico, también fue el de más larga duración.  El método de liberación espiritual en esta primera,  era la dhiana ‘meditación’.   En este Yuga más elevado, todas las personas podían experimentar la espiritualidad por intuición directa.  El velo entre los reinos de lo material y lo transcendental era casi transparente, porque era un período libre de cualquier tipo de infelicidad o miseria.  Todos eran Santos y las ceremonias «religiosas» estaban dirigidas a un mismo fin.  A este período deberá arribar la humanidad en el principio de un nuevo Ciclo Cósmico por venir.

Como se puede apreciar en cada una de las Eras (tomemos como ejemplo la Era 1 del Yuga visto arriba), la misma esta marcada por signo zodiacal de Leo, el Sol como Planeta, el Elemento Fuego, el principio Yan o masculino y la modalidad Fija.   Probablemente haya sido una Era de alta actividad geológica o volcánica, y de muy intensa actividad humana en sus origenes.

A continuación la siguiente Era;

Tretâ-Yuga – (Edad de Plata) 19.440 años (9 eras) –  36.880/17.440 a.C.

En este edad de plata, comienza el ritmo cíclico de decadencia.  Es la edad en donde el acercamiento a la Divinidad se efectúa en base a ritos y ceremonias ya sean estos de caracter mágico o religioso.  El método de liberación espiritual es el iagñá ‘sacrificio de animales en un altar’. 

mundoholistico-consultores.com/jesus-de-nazaret-y-las-condiciones-astrologicas-en-su-nacimiento.

Dwâpara-Yuga – (Edad de Bronce) – 12.960 años (6 eras) – 17.440/  4.480 a.C.

En este Yuga, el método de liberación espiritual es archana ‘adoración de ídolos’. La decadencia espiritual continua su caída, es la «edad de las dudas».

Es en este Yuga es donde al parecer, nació y floreció la civilización ATLANTE, presumiblemente entre la mitad de la Era segunda (regida por LIBRA) para mantenerse en la de VIRGO y LEO. Sobre este particular el insigne esoterista occidental Rene Guenon, en su libro «Formas Tradicionales y Ciclos Cósmicos» nos menciona lo siguiente:

«Pensamos que la duración de la civilización atlante debió de ser igual a un “gran año” , entendido como la mitad de un período de precesión de los equinoccios . En cuanto al cataclismo que puso fin a la misma, ciertos datos concordantes parecen indicar que ocurrió 7.200 años antes del año 720 del kaliyuga».

Como sabemos la desaparición del continente Atlante se produjo por la influencia de grandes cataclismos geológicos (terremotos y erupciones volcánicas), que coinciden claramente y como podemos apreciar en el anterior gráfico, con la Era cuarta, la cual está influenciada por el elemento FUEGO (Leo y el SOL).

Finalmente llegamos al Yuga, el cual en el presente momento de la humanidad ya se encuentra en sus postrimerías y dando sus últimos coletazos. Es el presente estado de la humanidad, en el cual nos encontramos y en proceso de transición hacia una nueva ERA (la de ACUARIO) y un Yuga de inicio que origina un nuevo Ciclo Cósmico (Manvantara) en el transcurrir de los KALPAS. 

Kali-Yuga – (Edad de Hierro) –   6.480 años (3 eras) –  4.480 A.C. al  2.020 D.C.

«En el kali-iuga, habrán numerosos gobernantes luchando por el poder. Ellos no tendrán carácter. La violencia, las mentiras y la inmoralidad estarán a la orden del día. La piedad y la naturaleza del bien se desvanecerán lentamente. La pasión y la lujuria serán la única atracción entre los sexos. Las mujeres serán objetos de placer sexual. La mentira será la línea límite de subsistencia. La gente culta será ridiculizada y puesta en vergüenza; en el mundo la ley del más rico será la única ley».
El  Vishnú puraná.

Con esta descripción que nos hace este texto Sagrado del Hinduismo, podemos hacernos una clara idea descriptiva de la época que estamos viviendo, y nada más cercano a la realidad.   No sólo estos textos nos describen de esta manera el Kali-Yuga, sino también lo hacen muy gráficamente otros textos Sagrados del Cristiniamo (Apocalipsis) y algunas Suras del Corán.  

Estamos sumergidos en la Era del conflicto, de la confusión y de la multiplicidad. Una Era de guerras, odios, conflictos, caída de las instituciones obsoletas (ya sean éstas de carácter religioso o político) y de debilitamiento de los principios morales. Tiempos de pandemias que cada vez se hacen más virulentas y de mas difícil control (no perdamos de vista que la pandemia del cólera fue apenas hace 200 años y ahora recientemente se repitió en forma cíclica bajo el covid-19), arrojando en ambos casos,  una mortandad significativa a pesar de los avances científicos de cada época. Es muy interesante constatar que esta nueva Era de ACUARIO, esta regída por el el Elemento AIRE y es por éste medio que los virus más letales se propagan.

No obstante, en algún momento cercano este Kali-Yuga llegará a su fin para dar paso a una nueva Era, en la cual se gestará el inicio de un nuevo Manvantara o Ciclo Cósmico.       Estos cambios no son repentinos (por eso tal vez no se notan de golpe), por el contrario se gestan muy lentamente en una sucesión de acontecimientos cada ve más lamentables y alejados del carácter Primordial que nos caracterizó en la Edad de Oro.

Podemos aquí observar, que en la Era 1de este Kali-Yuga (rojo) marcada por Tauro o la Era del Toro «Apis» y signada por el elemento Tierra, es cuando la civilización Egipcia estuvo en su apogeo con todo el legado que nos ha aportado.  La siguió la segunda Era regida por ARIES o el Carnero (Moisés y el período post Abraham signado por este símbolo) y el elemento FUEGO, Era que en sus finales tuvo el privilegio de recibir la llegada del Avatar, Jesús de Nazaret. Nota: Ver a tal efecto el artículo publicado por el mismo autor el 24-5-2020, en esta página titulado:   «Jesús de Nazaret y las condiciones astrológicas en su nacimiento». https://mundoholistico-consultores.com/jesus-de-nazaret-y-las-condiciones-astrologicas-en-su-nacimiento.

Posteriormente la tercera Era (PISCIS) el Pez, (elemento AGUA) que marca el inicio y crecimiento del Cristianismo.

A continuación se producirá la transición o el cambio a la Era en la que estamos entrando (ACUARIO). La era de Acuario, no obstante, está muy lejos de ser un bello despertar colectivo lleno de luz y armonía,  «paz y amor” para el mundo.   Nuestra entrada en la Era de Acuario está en perfecta sincronía con la parte final del actual Kali Yuga que vivimos en la actualidad y que está en su máximo apogeo (algunos eruditos afirman que estamos en el «Kali-Yuga del Kali-Yuga«, o sea en la parte más oscrura de este Yuga.  Esto es así, porque a medida que nos alejamos del “Principio” y de la «Primordialidad» y el tiempo transcurre, la humanidad degenera en forma exponencial. A medida que nos acercamos al fin del actual ciclo, la percepción del tiempo se acelera, las costumbres se relajan y la cultura se degrada; la humanidad se hace totalmente inconsciente de las poderosas fuerzas astrales que la dirigen hacia el colapso de la civilización mundial y en especial la de occidente moderno.   Muchos afirman que esto nos llevará al «gobierno del anticristo».

No obstante, no podemos ni debemos desesperarnos.  El cierre del círculo y el consiguiente retorno a la nueva Edad de Oro no están lejos de iniciar y la prueba está en el desordenado estado del mundo actual cada día más insostenible. Tras el “Kali Yuga” tendremos un largo y saludable “Krita-Yuga” o Edad de Oro, pero no es prudente hacer galas de celebración hasta que lleguen los protagonistas de este cambio, pero nadie sabe cuándo llegara este momento, ni los Ángeles o Arcángeles lo saben, solo El Gran Arquitecto lo sabe. Unos creen que será el tan esperado Mesías, otros que seré un nuevo Avatar.  Otros simplemente, son de la opinión que nadie vendrá a salvarnos, sino que será la propiedad humanidad que lo hará,   aprendiendo  las lecciones vividas y sobre todo por el aprendizaje a causa de los sufrimientos que faltan por venir. 

Esta situación originará un cambio en los paradigmas, una elevación de la espiritualidad, pero sobre todo un hastío hacia las instituciones de cualquier orden ya sean estas religiosas, políticas os sociales y que no dan respuesta a los nuevos tiempos.

Si nos remitimos nuevamente al último grafico de arriba (en azul), actualmente nos encontramos en plena transición de la Era de Piscis a la Era de Acuario, una transición que según todos los indicios, soy de la opinión que debió iniciarse a principios del siglo XX y que tuvo un importante punto de inflexión el año 2020 D.C. de nuestra Era, específicamente a finales de ese mismo año (Noviembre), dadas las muy especiales condiciones astrológicas que se presentaron y que recomiendo lean en mi publicación de esta misma web que titulé:

«El punto de inflexión y los acontecimientos por venir desde una visión astrológica)». 8 noviembre, 2020. https://mundoholistico-consultores.com/el-final-de-nuestro-ciclo-cosmico-y-el-inicio-de-una-nueva-era-ii-parte-el-punto-de-inflexion-y-los-acontecimientos-por-venir-desde-una-vision-astrologica

Nuevamente es necesario insistir, en que estos cambios no son súbitos sino sumamente graduales en el tiempo. Un acontecimiento se solapará a otro en un continua cadena de eventos, algunos más significativos que otros.

Y hasta aquí hemos llegado con este artículo, el cual espero haya sido provechoso para todos, en el conocimiento acerca del secreto «de donde venimos, que somos y a donde vamos«.

Abrazo de verdadera Luz para todos.

                                                                       

Astrólogo, Esoterista y Terapeuta Holístico por vocación y convicción. Ha realizado diversos estudios y cursos de la mano de reconocidos Maestros de estas disciplinas. Profesional graduado en el C.A.V. (Centro Astrológico Venezolano), E.S.T. (Escuela Superior de Tarot) y el Centro Internacional de Qabalah, en diversas ramas de la Astrología, Mancias (Tarot, Runas, Oniromancia), Radiestesia, Reiki, Angeologia y Qabalah Hebrea. Inscrito en la Federacion Española de Reiki y en la Sociedad Española de Astrología.

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